Es el título que lo comenzó todo, aquel que transformó a los jugadores en legión, y que confirmó la relevancia de Blizzard como desarrollador a mediados de los ’90. El Diablo original es mucho más que una clásica batalla entre el bien y el mal, pero el paso del tiempo ha afectado su compatibilidad con algunos sistemas modernos. Las opciones son dos: Adquirir una copia vía GOG, o disfrutar de una nueva versión web en tu navegador, siempre y cuando poseas los archivos oficiales.
La historia nos dice que el primer Diablo llegó a las estanterías el 31 de diciembre de 1996. Blizzard ya tenía las manos llenas con dos Warcraft en aquel entonces, y pasar de la estrategia en tiempo real al rol hack-and-slash no resultó ser un desafío menor. Aún así, el éxito de Diablo fue absoluto, y sólo se vio superado por el de su secuela directa tres años y medio después.
Más allá de la impresionante cantidad de demonios que debemos aniquilar, la trama detrás del Diablo original es compleja y exigente. La oscuridad que cae sobre Tristram te oprime desde el comienzo, y se siente como una soga al cuello. A medida que te vuelves más fuerte todo se pone peor, y una vez que llegas al final… bueno, digamos que su final es el inicio de muchas otras cosas. En resumen, necesitas jugarlo.
![PC Longplay [891] Diablo](https://i.ytimg.com/vi/lHV7VnWvz_o/hqdefault.jpg)
¿Cómo? ¡En tu navegador, por supuesto! Cualquiera puede ir a GOG y pagar 10 dólares por el juego, pero si ya posees una copia, es suficiente con visitar el portal DiabloWeb, y cargar el archivo principal DIABDAT.MPQ allí. El portal surge de un proyecto hecho por fans llamado Devilution, que busca reconstruir y preservar el código fuente de Diablo, aún con sus bugs.
Si no cuentas con una copia original y esos 10 dólares están fuera de tu alcance, la alternativa es cargar la edición shareware, que incluye las primeras dos áreas, y el guerrero como clase única. Desde un punto de vista técnico, las exigencias del Diablo son mínimas, pero es un alivio confirmar que esta edición online funciona a la perfección, sin pérdidas de velocidad.
Imagino que con el requerimiento de los archivos originales, la versión en línea de Diablo no entrará en un conflicto legal, pero en lo personal me daría prisa sólo por precaución. Además, lo último que necesita Blizzard es seguir chocando con sus fans después de lo que sucedió con Diablo: Immortal en la BlizzCon 2018…
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