Una queja recurrente entre los dueños de smartphones es la debilidad natural de todo el sistema óptico a la hora de tomar fotos. Por supuesto, los modelos de alta gama han implementado soluciones más robustas, y el mercado no dudó en responder con una amplia variedad de accesorios, pero hay ocasiones en las que conviene adoptar la estrategia DIY. Por ejemplo, ¿qué tan complicado es hacer una lente macro compatible con nuestro teléfono? En realidad, sólo necesitamos cuatro elementos…
Todas nuestras guías recientes sobre cámaras apuntan a unidades DSLR relativamente accesibles como la Nikon D3300/D3400, la Canon EOS 1300D, y la Nikon D5300. ¿Por qué? La respuesta es sencilla: Aún cuando el mercado las ubica bajo la categoría de cámaras «entry», pueden aniquilar a cualquier point and shoot y cámara de smartphone en su camino, sin ignorar el hecho de que nos enseñan más sobre fotografía… pero aquí en NeoTeo respetamos mucho la idea de hacer más con menos, y si lo único a tu alcance en estos momentos es la cámara integrada de un móvil, no te preocupes: Hay margen para improvisar.
Un «hack» rápido y sencillo es convertir a la lente de una cámara vieja en una lente macro. Todo comienza con el sacrificio de una cámara compacta. Cualquier modelo de 35 mm debería ser suficiente, y si es posible elegir, busca uno con la mejor lente. Obviamente, no es necesario gastar una fortuna en este paso, todo lo contrario. Aquellas cámaras sin funcionar o con algún problema serio en su mecanismo que no valga la pena reparar son excelentes candidatas.
El resto se reduce a pegar la lente en el extremo de un palito de helado, y usar una banda elástica para que la lente quede en la posición correcta. Abre la app de fotografía en tu smartphone, ¡y comienza! Los resultados en el vídeo son espectaculares, pero aún si sólo logramos la mitad de la calidad de esas imágenes, definitivamente vale la pena hacer el intento.