Las últimas generaciones de smartphones han incrementado considerablemente el espacio de almacenamiento interno, y aquellos modelos con una ranura microSD entregan aún mayor flexibilidad… pero esa capacidad no es infinita, y hay ocasiones en las que aparenta desvanecerse por arte de magia. Aplicaciones enormes, juegos olvidados, archivos MP3 que nunca escuchamos y miles de fotos juntando polvo digital son muy buenas razones para llevar a cabo una limpieza en nuestro smartphone.
«El espacio disponible se está agotando». A pesar de ser una advertencia que aparece con una frecuencia cada vez menor, lo cierto es que sigue estando allí, y resulta tan inoportuna como siempre. Se supone que con un promedio de 16 gigabytes, nuestras exigencias básicas de almacenamiento móvil deberían estar satisfechas, sin embargo, hemos ingresado en una época con aplicaciones gigantescas, casi tan complejas como sus equivalentes de escritorio. En más de una oportunidad hemos dicho que un smartphone es «un ordenador en nuestro bolsillo», y muchos desarrolladores lo interpretan así, pero con 16 o 32 GB de almacenamiento, y la tendencia de los fabricantes a eliminar el soporte para tarjetas microSD, debemos realizar una de las tareas de mantenimiento más básicas: Liberar espacio.
Averigua qué devora tu espacio
Ningún intento de liberar espacio puede llegar a buen puerto sin obtener información detallada. Culpar a una o dos aplicaciones es sencillo, pero tal vez haya algo que logró escapar a la inspección visual, y que ignoramos por completo. Tanto iOS como Android ofrecen en sus versiones más modernas «administradores» integrados, identificando las apps más exigentes. Ahora, si deseas más datos, siempre hay una o dos soluciones externas a tener en cuenta. Por el lado de Android, creo que DiskUsage es una excelente herramienta, ya que presenta un reporte visual muy fácil de interpretar.
Limpiando caché y otros condimentos
Hace poco mencionamos varios métodos para reducir el consumo en nuestro paquete de datos. La idea va más allá de colocar toda la carga sobre el WiFi, y también implica guardar contenido adicional en el dispositivo… lo que puede convertirse en un problema. Una vez más, la palabra clave es «equilibrio». Algo me dice que no vas a necesitar dos o tres gigabytes de mapas, pero el ahorro de espacio tampoco debe perjudicar la funcionalidad que esperas del dispositivo. Si quieres hacer esto a través de una app, recuerda que (por ejemplo) Piriform tiene un equivalente de CCleaner para Android 4.0 o superior.
Bloatware, y el uso de la tarjeta microSD
El bloatware no merece ningún margen de tolerancia: Es algo que no debería estar en nuestros smartphones, y tiene que irse. Además de mejorar el rendimiento de tu dispositivo, eliminar bloatware te ayudará a recuperar espacio, no mucho, pero espacio al fin. Lidiar con el bloatware requiere acceso root en la mayoría de las ocasiones, aunque ese acceso también habilita otro recurso (en dispositivos más antiguos al menos), y es el de mover aplicaciones a la tarjeta microSD para liberar espacio interno. No todas las apps permiten esa maniobra (todo lo que genere notificaciones, como WhatsApp, debería quedar en el teléfono), pero hay muchas cosas que se pueden mover. Link2SD y Titanium Backup aparecen al tope de la lista para esta sección del tutorial.
Fotos, música y vídeos
Estoy seguro de que ese recital al que fuiste en septiembre de 2013 estuvo genial… pero las 212 fotos que tomaste podrían estar almacenadas en otra parte además de tu smartphone. Respaldar nuestro contenido multimedia es una de las decisiones más lógicas que podemos tomar. Los smartphones no son eternos, y perder todo ese contenido duele. No importa si es en la nube, en un disco externo, un pendrive o un DVD. El objetivo es preservar los datos, y liberar espacio en el smartphone al mismo tiempo. iOS y iTunes se encargan de toda la sincronización automáticamente, por lo que conviene ajustar las opciones según cada caso. Si se trata de Android, en lo personal uso mucho a AirDroid para mover/respaldar/borrar fotos y/o música.
Como puedes ver, no hay una ciencia demasiado compleja en la limpieza de un smartphone. Salvo que hayan sido sometidos a un proceso de «jailbreak», los dispositivos iOS no dan mucha flexibilidad más allá de sus herramientas integradas, pero Apple brinda un control lo suficientemente efectivo como para mantener a las apps más glotonas a raya. En cambio, Android es un sapo de otro pozo. Las versiones recientes del sistema operativo han expandido los mecanismos que nos permiten administrar el espacio, sin embargo, cualquier dispositivo que aún se encuentre rockeando Gingerbread 2.3.x (o cualquier build pre-Jelly Bean) necesitará la ayuda de aplicaciones externas, y muy probablemente acceso root para que la limpieza sea más profunda. ¡Buena suerte!