Los discos de vinilo definitivamente están de regreso, al menos para quienes ven a su evolución desde un segundo plano. En lo que va del año se vendieron casi ocho millones de discos sólo en los Estados Unidos, y todos los indicadores sugieren que la demanda seguirá creciendo. Imagino que hay mucha gente interesada en entrar a este particular mundo, pero antes de eso es necesario asimilar algunos detalles técnicos, comenzando por una simple pregunta: ¿Cómo funciona un tocadiscos?
El primer paso es entender el almacenamiento de los datos en el disco de vinilo. La física nos enseña que el sonido es una serie de vibraciones que se propagan a través de un medio (el aire es apenas uno de ellos) en la forma de ondas sonoras.
A la hora de «cortar» un disco, lo que hace la máquina es marcar en la superficie del vinilo un equivalente visual y tridimensional de esas ondas sonoras. El proceso se limita a un grupo de masters que sirven para «imprimir» los surcos en los vinilos que llegan a las tiendas, pero en el pasado hemos explorado alternativas como la impresión 3D de vinilos, y servicios secundarios al estilo de Qrates.
Explorando cómo funciona un tocadiscos
El tocadiscos, en términos muy relajados, no hace más que ir en la dirección contraria. Los surcos del disco de vinilo causan la vibración de la aguja (léase «púa» o «stylus») mientras se encuentra en movimiento. Las vibraciones solas no nos ayudan en mucho, por lo que son convertidas en señales eléctricas con la ayuda de dos imanes y dos bobinas dentro de la cápsula fonocaptora.
Esas señales son amplificadas, y finalmente enviadas a los altavoces. La forma de la aguja, el material en el que está hecha, el ángulo del brazo, y una larga lista de detalles pueden alterar la fidelidad de la reproducción, y eso ha provocado que los audiófilos en cientos de foros ya vayan por la 13ra Guerra Mundial con sus discusiones.
El vídeo que hemos compartido será de especial interés si deseas ver a todo el proceso en acción, ya que en el canal Applied Science utilizaron nada menos que un microscopio de electrones. De hecho, en su ejemplo explica que la codificación es estéreo (o sea que hay dos canales codificados en un solo surco) y compara al vinilo con otros formatos, incluyendo al CD-ROM.
(Del Archivo de NeoTeo, publicada originalmente el 11 de julio de 2018)
A modo personal y subjetivo de este humilde lector:
El proceso de creación del master cumple una serie de requisitos de selección cuidadosa de las frecuencias a eliminar y las frecuencias a resaltar. En el caso del Long Play, normalmente las frecuencias bajas sufren debido a que son recortadas para evitar que la aguja salte de un surco a otro. Ese proceso cuidadoso de creación del master y el resaltado de algunas frecuencias en detrimento de otras hacen que el sonido de un Long Play bien cuidado, sumado a una tornamesa de buena calidad, sea en muchas ocasiones igual o incluso mejor que un CD.
Muchas veces he comparado en el Tocadiscos Technics de mi padrino el sonido de grabaciones de referencia de ópera y su versión en CD y no he encontrado ninguna diferencia.
Realmente no comprendo a quienes dicen que un formato viejo con un registro limitado de frecuencias e informacion pueda sonar mejor que un fomato digital. Es como decir que un motor de un auto modelo 40 es mejor que un motor 2018.
Puede ser lindo escuchar un disco viejo pero no tiene ni en pedo mejor calidad de sonido que un formato digital de calidad actual. Igual es mi opinión nomas.
Cuando se introdujo el CD puede que el vinilo se oyese mejor. Hay que pensar que en aquel entonces los estudios grababan en analógico y luego lo convertían a digital para sacarlo en CD, por tanto, un vinilo, que era analógico podía escucharse mejor. Ahora en cambio todos los estudios graban en digital directamente así que la calidad del CD debe ser igual o mejor que el vinilo.
PD: Y eso sin tener en cuenta lo delicados que son los vinilos, que a poco polvo que tengan te arruinan la audición
la verdad es, que depende mucho del oído del receptor y de las condiciones en que haces la prueba, influye mucho también la calidad de la grabación en el estudio, en lo personal prefiero el vinilo, me gusta mucho su sonido, sin embargo estoy lejos de ser un audiofilo de hueso colorado tengo pocos discos y la torna-mesa que tengo ya es muy vieja pero con una buena limpieza en reproductor y en discos se escucha fenomenal.
EL RANGO DINÁMICO DE UN CD ES MUCHO MÁS AMPLIO QUE EL DEL VINILO