Ya sea por una necesidad específica o por simple curiosidad, existe la posibilidad de que un usuario desee esconder uno o más archivos. Cifrado, cuentas secretas en línea y particiones ocultas están entre las opciones más populares, pero si la sencillez es prioridad, entonces no hay nada como esconder un archivo ZIP en una imagen. ¿La mejor parte? No debes instalar software adicional para hacerlo.
En más de una ocasión he debido explicarle a un usuario que cuando borra un archivo, en realidad ese archivo sigue allí, con la diferencia de que no puede verlo. Un simple editor hexadecimal en el lugar adecuado (u otra herramienta de recuperación) iluminará a ese archivo borrado como si fuera un árbol de Navidad. Recuerdo un caso de corrupción (se me escapan los detalles ahora) en el que los involucrados creyeron que estaban a salvo porque copiaron archivos a un pendrive, y borraron los originales del ordenador portátil. El nivel de seguridad es directamente proporcional a la necesidad y el conocimiento del usuario. Si tenemos en cuenta al segundo punto, existen opciones mucho más complejas y avanzadas para guardar y/o borrar datos, pero si lo que se necesita es un procedimiento sencillo y relativamente efectivo, puede que esconder un archivo ZIP sea suficiente.
Ahora, ¿de qué modo escondemos un archivo? ¿Qué tal suena un ZIP dentro de una imagen? Si debes crear al ZIP primero, cualquier herramienta como 7-Zip o WinRAR te ayudará con eso, pero si ya lo tienes, lo siguiente es escoger a la imagen que servirá de máscara para el archivo ZIP. En nuestro ejemplo, usaremos un clásico como el “facepalm” del capitán Picard. Coloca la imagen y el ZIP en una misma carpeta (en este caso, “Prueba”). Abre una consola de sistema, ve a la carpeta que contiene a los dos archivos, y para “fusionar” al ZIP con la imagen, deberás usar el comando “copy” con el modificador “/B”. Sería algo como “copy /B nombredeimagen+nombredeZIP nuevonombredeimagen”, siempre respetando la extensión de la imagen original para evitar problemas. En nuestro procedimiento, el comando exacto es “copy /B Picard-Facepalm.jpg+ms.zip imagen.jpg”.
Esto creará un nuevo archivo dentro de la carpeta, llamado “imagen.jpg”. Si hacemos doble clic, la imagen se abrirá en el visualizador como si fuera un jpg común y corriente, pero si abrimos manualmente 7-Zip, y hacemos doble clic en la imagen, veremos el contenido del ZIP, y no un preview del jpg. A decir verdad, no hay limitaciones sobre el tipo de imagen o de archivo que se quiere ocultar. Si tienes un png o un gif, el comando copy funciona sin inconvenientes. La única recomendación es que primero indiques el archivo de imagen y luego el ZIP, lo que evitará cualquier error de corrupción de datos. Si te encuentras en OS X o Linux, el comando para lograr el mismo efecto es “cat”, escribiendo “cat nombredeimagen nombredezip > nuevaimagen” (caso sensitivo y sin comillas).
Y eso es básicamente todo. Debemos recordar que el camuflaje es una de las formas más básicas de seguridad, y esconder un archivo ZIP en una imagen no es una técnica que vaya a escaparse del ojo entrenado. El primer indicio de que hay algo extraño está en el tamaño de la nueva imagen. Si el jpg original ocupa 100 kilobytes, y el ZIP supera los diez megabytes, la nueva imagen reportará la suma de ambos archivos, cuando en realidad un jpg con más de diez megabytes debería tener una resolución escalofriante. Por este motivo, es conveniente repetir el proceso varias veces y esconder múltiples ZIP en varias imágenes, con el objetivo de esparcir el contenido y confundir un poco más al espía indeseado.