Lisandro Pardo
Enviar archivos grandes a través de la Web es complicado. La velocidad de subida en muchas conexiones es desastrosa, y los servicios de hosting no siempre tienen la capacidad o el soporte para transferir archivos de mayor tamaño. Eso nos deja a las puertas de Wormhole. Al adoptar el concepto de streaming, sus usuarios pueden comenzar a enviar archivos grandes de forma rápida y segura casi de inmediato, mientras el sistema trabaja en segundo plano.
Previamente hemos explorado opciones para transferir archivos grandes a través de Internet. Nuestros elegidos en aquel entonces fueron pCloud Transfer y WebWormHole, con tecnologías muy diferentes, pero muy robustas. Sin embargo, sería un error serio de nuestra parte limitar la oferta. Algunos servicios en línea pueden presentar problemas técnicos, ser incompatibles con ciertos dispositivos, o peor aún, desaparecer de la noche a la mañana.
Eso fue exactamente lo que sucedió con Firefox Send. Mozilla le bajó el pulgar en septiembre de 2020, y muchos usuarios que lo utilizaban nunca lograron encontrar un reemplazo ideal. Uno de esos usuarios es Feross Aboukhadijeh, mente maestra detrás de proyectos como WebTorrent y StandardJS. Feross unió fuerzas con John Hiesey del proyecto stream-http, y ambos dieron forma a Wormhole, un servicio dinámico para enviar archivos grandes de forma rápida y segura.
Cómo enviar archivos grandes con Wormhole
En realidad, es suficiente con arrastrar el archivo a la página de Wormhole, y compartir el enlace o el código QR con la persona que lo recibirá. Sin cuentas, sin contraseñas, sin dependencias. Wormhole hace mucho énfasis en la seguridad, y sus creadores no dudan en compararlo con otros servicios. Por ejemplo, WeTransfer y Dropbox no usan cifrado de extremo a extremo, solicitan datos personales, y comparten detalles con terceros.
En cambio, Wormhole guarda los archivos en sus servidores por un período de 24 horas, manteniendo su cifrado de principio a fin. Si las condiciones lo permiten, Wormhole realiza transferencias peer-to-peer, una opción aún más rápida y segura. Otra gran ventaja de Wormhole es el streaming: En servicios convencionales, el archivo no está disponible hasta que finalice su carga remota. Wormhole no funciona de ese modo, sino que habilita el enlace para ser compartido dos segundos después de su creación.
El resto dependerá del tamaño de cada archivo, y de qué tan buenas sean las conexiones. El «techo» de Wormhole es de diez gigabytes, pero es lógico asumir que un archivo con ese tamaño demorará varias horas en ser transferido (salvo que tengamos acceso a conexiones gigabit y/o sincronizadas). Fuera de eso, Wormhole funciona muy bien. ¡Haz la prueba!
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