El horno de microondas ha dado lugar a una amplia variedad de experimentos caseros… que por lo general terminan incendiando algo. Discos ópticos, fundición de metales, huevos y salchichas que explotan, y el ocasional youtuber idiota que se lo coloca en la cabeza marcan el ritmo, pero hoy tenemos entre manos algo más clásico: Plasma. El método tradicional para crear plasma en tu horno de microondas es fuego, sin embargo, una alternativa más segura (y mucho menos espectacular) es usar una uva. Sí, como lo leíste.
¿Estás aburrido? ¿Buscas un proyecto para el fin de semana? ¿Sobra un horno de microondas en la casa que podrías sacrificar a los dioses oscuros de la ciencia? Si la respuesta a estas tres preguntas es sí y el riesgo de incendio no te intimida, entonces deberías aprender cómo crear plasma en tu horno de microondas. La forma más común involucra a un poco de fuego (un fósforo o un grupo de inciensos), y algo para cubrir la llama (un vaso o frasco que no absorba demasiada energía). Enciendes, cubres, cierras el microondas, presionas Start, y el resto es disfrutar del espectáculo. Pero existe otra variante… una que ni siquiera necesita fuego. El primer paso, es una visita al mercado.
Plasma en el microondas… ¿con uvas?
Sí, es una uva cortada casi por completo, unida en una sección minúscula de su piel. Un viejo vídeo del popular canal Veritasium no sólo hace la demostración, sino que explica un poco la ciencia que hay detrás. En términos relajados, si inyectamos la suficiente energía en un gas, logramos que las moléculas pierdan electrones, y la mezcla o «sopa» hecha de electrones negativos y moléculas positivas nos da plasma. Una de las claves en este ejemplo particular es la cantidad de uva disponible. La energía concentrada en un punto tan pequeño crea un campo magnético, y el flujo de los iones va de una mitad de la uva a la otra. Al principio, eso sucede a través de la piel, pero al final termina «saltando» en el aire. Dicho salto ioniza el gas a su alrededor, y el resultado es el brote de plasma que vemos en el corto. Con ligeros ajustes en la piel y una reducción adicional en la masa de la uva (al igual que su humedad), el efecto es aún más espectacular.
Entonces… ¿es algo exclusivo de las uvas? La respuesta es no. En el vídeo exploran la posibilidad de crear «uvas artificiales» con pequeños trozos de algodón mojados en líquido conductivo (léase electrolito), digamos un extracto de uvas, o agua mezclada con sal. ¿Otras opciones? Los reportes hablan de espinaca, repollo, y varias clases de porotos. Recuerda: El plasma puede aniquilar a tu horno de microondas y causar mucho daño. Ten cuidado.
Fuente: Vox