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Cómo construir un ordenador sumergible

Miles de dólares en hardware… y funciona a la perfección

Cómo construir un ordenador sumergible

El watercooling tradicional no es ninguna novedad para nosotros, y lo mismo podemos decir sobre la inmersión de hardware en fluidos especiales como aceite o 3M Novec. Sin embargo, Matt del canal DIY Perks decidió explorar esta práctica inspirándose en el proyecto Natick de Microsoft, y crear un ordenador sumergible para aprovechar todas las ventajas térmicas de un entorno subacuático…


No tiene sentido negarlo: La última generación de hardware decidió arrojar todas las metas de eficiencia por la ventana, y buscar nuevos niveles de rendimiento devorando energía como si no hubiera un mañana. La combinación correcta de hardware puede superar con comodidad los 800 vatios, transformando al ordenador en un calefactor.

En estos casos es cuando el watercooling sale al rescate. Muchas unidades all-in-one simplifican en gran medida el proceso de instalación, pero Matt del canal DIY Perks decidió ir un paso más allá, y construir un ordenador sumergible. Matt ya tiene experiencia previa con un submarino DIY, sin embargo, un ordenador con una GeForce RTX 4090 y un procesador Intel Core i9-13900K es un monstruo muy diferente…


Cómo sumergir hardware de última generación (y no arruinarlo en el intento)


El proyecto comienza con un cilindro de acrílico, y dos tapas de cobre acompañadas por juntas para obtener un buen sellado. Pero lo más interesante es que el sistema personalizado de refrigeración líquida dentro del cilindro transfiere el calor a una serie de tubos externos de cobre. Eso nos lleva a dos aspectos críticos del proyecto. Por un lado, Matt decidió no introducir su ordenador en el mar, aprovechando un estanque natural con dos metros de profundidad. Y por el otro, su agua no entra en el bucle (eso sería un desastre), sino que asiste a la refrigeración del líquido que ya es parte del circuito aislado.


Aún si no termina en el agua, ya se ve genial así…

Como era de esperarse, Matt no dejó nada al azar, creando sus propias juntas para el cilindro, y soldando cada conexión de cobre con estaño sin plomo. El resultado final es uno de los coolers más steampunk que he visto, pero no quiero imaginar su costo con tanto cobre. La columna central sirve como punto de entrada para todos los cables, que en esencia son tres: Uno de energía, otro para el botón de encendido, y el último Thunderbolt, que coordina las señales (vídeo, audio, mouse y teclado).


Una maravilla…
… y terminó en el agua, por supuesto.

Después de calcular (y corregir) la flotabilidad del ordenador, y comprobar el correcto funcionamiento de las juntas (o sea, nada de burbujas), Matt pudo confirmar que su sistema sumergido mantiene unos 60 grados Celsius en el procesador, y 41 grados en la RTX 4090, números en verdad impresionantes para disipar más de 800 vatios.


Escrito por Lisandro Pardo

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