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Cómo construir un avión eléctrico tripulado en un mes y medio, paso a paso

Definitivamente un «loco del aire»

Algunas personas sólo pueden iniciar proyectos DIY pequeños por cuestiones de tiempo y/o presupuesto. Restaurar un viejo mueble, improvisar carcasas para un ordenador, reparar y reciclar ropa… todo vale siempre y cuando sea entretenido. Sin embargo, Peter Sripol decidió ir mucho más allá, y construir su propio avión eléctrico ultraliviano. Como si eso fuera poco, también documentó buena parte del proceso en YouTube, y ya tuvo su primera prueba de vuelo.

Si uno observa de cerca las fotografías del Wright Flyer 1, lo primero que se pregunta es cómo logró despegar esa cosa. Casi ochenta años más tarde, el mundo vio al F-117, y la duda fue la misma. La sensación es que algunas aeronaves simplemente no deberían volar, pero con la mezcla exacta de paciencia y perseverancia, lo hacen. La aviación siempre mantuvo una relación muy estrecha con el mundo del DIY, y un buen ejemplo de ello se detecta a través de todos los proyectos de coches voladores, encabezados en su mayoría por ingenieros y entusiastas. Después está el caso del Colomban Cri-Cri, el bimotor más pequeño del mundo, que básicamente puede ser ensamblado en un garaje…

Pero Peter Sripol opera en una escala diferente, y con eso me refiero a que está construyendo su propio avión ultraliviano eléctrico. Su canal en YouTube nos enseña que la gran mayoría del material (en esencia, espuma de aislamiento) fue adquirido en tiendas como Home Depot, con la excepción de las capas de fibra de vidrio. Los dos motores fueron diseñados originalmente para aviones de radiocontrol, y reciben energía de un enorme pack de baterías instalado en la nariz del avión.

¿La mejor parte? A Peter le tomó apenas un mes y medio construirlo. Por supuesto, aún tiene una amplia lista de ajustes por realizar (está usando cinta de ductos para sostener el parabrisas), y necesita algunas luces. Eso nos lleva a la legalidad del avión. ¿Acaso se puede meter en problemas? Técnicamente no, ya que califica como un ultraliviano bajo la regulación Part 103 del código federal estadounidense. ¿El siguiente paso? Incorporar un paracaídas balístico que le permita salvar al avión «y» su vida en caso de que algo salga mal.

Escrito por Lisandro Pardo

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