El proyecto SETI trabaja desde hace décadas en busca de señales inteligentes en algún lugar de nuestra galaxia. A pesar de ello, poco o ningún contacto se ha hecho con extraterrestres, y muchos se preguntan si no haría falta buscar de manera más activa. En caso de contacto, algunos debaten cual debiera ser nuestra forma de presentarnos
El proyecto SETI ha buscado durante décadas indicios de actividad extraterrestre o inteligente, aunque su búsqueda ha sido desde siempre un tanto pasiva. Esto no es algo nuevo, pasó siempre, incluso hemos visto como Fermi, el genio italiano, se ha referido a ello en lo que se ha dado en denominar la paradoja de Fermi.
Por pasiva nos referimos al hecho de que se trata de sentarse a escuchar más que salir a buscar, una postura que muchos critican casi sin piedad, pero que tiene su razón en el hecho de que es tecnológicamente mucho más accesible realizarlo de este modo. Tanto en capacidad tecnológica como en costos reales de equipamiento. El problema es que los años pasan y nunca encontramos nada, entonces la pregunta surge, válidad e incisiva ¿Estamos haciendo bien las cosas?
En primer lugar, cabría preguntarse que es lo que estamos buscando. Tanto esfuerzo debería, en la humilde opinión de este servidor, destinarse a encontrar civilizaciones más inteligentes, porque de poco serviría contactarnos con seres inferiores a nosotros, excepto que sea con fines colonizadores. Si vamos a la búqueda de sociedades inteligentes, que es lo que en teoría sería más útil para nosotros, debemos replantearnos si realmente estamos haciendo bien las cosas.
Pongámonos por un segundo en la piel de un miembro de una sociedad muy superior a la nuestra, que ha captado nuestra señales y ve que somos una raza que como única forma de contacto se sienta a escuchar, a ver si otro se digna a enviarle una señal. ¿Tu contestarías? Exacto, yo tampoco. Y si luego de ver esa actitud tan pasiva, te enteras que en ese planeta se matan unos a otros, no cuidan sus recursos naturales, y destruyen todo lo que tienen a mano, seguro que no solo no contestas sino que sales corriendo para el otro lado.
Lo que se necesita, entonces, es enviar un mensaje que nos represente, y que a los ojos de una sociedad más desarrollada sea atractivo. Algunos, como Lewis Tomas, proponen enviar música de Bach o Los Beatles, como una manera de enviar lo mejor de nuestra civilización. Lo que Thomas aduce (con bastante razón) es que la primera impresión es la que cuenta, y que así como uno tiene su casa en el mejor estado posible cuando va a recibir visitas, y un joven lava su auto para que este mejor que nunca un sábado a la noche, debieramos presentarnos con lo mejor que tenemos ante el espacio exterior.
Otros proponen que enviemos datos sobre el estado de nuestra ciencia, que seguramente será infinitamente más limitada que la de los seres más inteligentes, pero que a la vez será una buena manera de decir que aunque imperfectos y más atrasados, queremos contactarnos. Y mostrar que somos conscientes de nuestras limitaciones, algo que podría ser incluso agradable ante los ojos de seres superiores.
Lo que también cabría preguntarse es si estamos en condiciones de contactarnos y relacionarnos con culturas probablemente muy superiores, sin siquiera saber cuales son sus reales intenciones respecto a nosotros.