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OSFClone: Cómo clonar un disco duro

En ocasiones pasadas hemos mencionado la conveniencia de clonar discos duros, no sólo como medio de respaldo, sino durante el proceso de reemplazo de una unidad por una de mayor capacidad. Algunos programas son más flexibles que otros, pero todos demandan cierto grado de atención, ya que estamos lidiando con el contenido de un disco, sea parcial o total. OSFClone es una utilidad basada en Linux que nos entrega una de las formas más directas de la clonación de discos: Cero interfaz y pura línea de comandos, tal y como se trabaja en muchos entornos de recuperación.

Hace poco hablamos de alternativas open source para Norton Ghost, una de las mejores aplicaciones que el mercado tiene para ofrecer a la hora de clonar y respaldar discos. La necesidad de cambiar un disco duro por uno más grande y veloz siempre está presente. Incluso con el (lento) avance de las unidades de estado sólido, la transferencia de particiones también puede ser requerida por algunos usuarios. Una de las ventajas principales de Norton Ghost es que resulta muy fácil de usar. En este aspecto, las opciones de código abierto y libres de costo tal vez sean un poco más toscas, pero no por eso son menos poderosas, sino todo lo contrario. ¿Por qué? Porque en entornos de recuperación y respaldo nadie se toma la molestia de instalar Windows antes para poder trabajar. El usuario debe operar por fuera del sistema operativo, por lo tanto, cualquier interfaz resulta poco más que un lujo opcional.

OSFClone es una utilidad de clonación de discos desarrollada por la gente de PassMark, conocida por sus variadas aplicaciones de benchmaks y comprobaciones. OSFClone está basada en Tiny Core Linux, y guarda cierta relación con el famoso comando “dd”, que continúa sembrando terror en los corazones de usuarios incautos, ya que un uso incorrecto puede vaciar a un disco duro de un plumazo. OSFClone puede crear imágenes de una unidad entera o de una partición específica, además de clonar discos enteros y verificar el “checksum” de una imagen para saber si está realmente intacta. OSFClone no comprime, ni mueve, mi modifica los datos de forma alguna. Este es un comportamiento muy común en esta clase de utilidades, ya que se busca conservar la integridad de los datos.

Como consecuencia, la clonación sólo se puede realizar en discos de igual tamaño, o más grande. OSFClone respeta incluso hasta el grado de fragmentación que pueda tener un disco. Las imágenes pueden ser montadas con la utilidad OSFMount, que funciona bajo Windows. OSFClone puede ser ejecutado desde una unidad óptica, o desde un pendrive. La imagen en sí es bastante pequeña (poco más de 30 MB), pero por alguna razón en el sitio oficial recomiendan un pendrive con una capacidad mínima de 2 GB. Si buscas saber cómo clonar un disco duro, debes comprender que OSFClone no es bonito, y quienes no hayan tenido contacto con Linux en modo consola antes tal vez no quieran saber nada con él, pero hace el trabajo que promete, es gratis, y está bajo licencia GPL.

Escrito por Lisandro Pardo

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