Se acaban de cerrar las puertas de acceso al módulo que permitirá a los seis voluntarios escogidos simular una misión a Marte de 520 días de duración. En efecto, Mars 500 busca brindar a los científicos datos indispensables para planificar una verdadera misión tripulada al planeta rojo. Para los encargados del proyecto, esta será “la prueba definitiva para determinar si la resistencia humana es suficiente para soportar un futuro viaje al Marte”. En algún momento del próximo año y medio lo sabremos.
Realizar un viaje tripulado al planeta Marte no será una tarea sencilla. En el mejor de los casos, los astronautas que concreten ese viaje estarán expuestos a unos 18 meses de encierro, ingravidez, alimentos sintéticos y radiaciones cósmicas. Con el fin de obtener respuestas a muchos de los interrogantes que se plantean los científicos encargados de diseñar misiones de este tipo, nació el proyecto Mars500, a cargo del Instituto de Problemas Biomédicos (IPBM) de la Academia de Ciencias de Rusia y la Agencia Espacial Europea (ESA). Luego de dos ensayos con una duración de 14 y 105 días respectivamente, hace algunas horas se acaban de cerrar las puertas del módulo en el que los seis voluntarios escogidos pasarán 520 días simulando una misión a Marte.
Se trata de dos ciudadanos de la Unión Europea, tres rusos y un chino, quienes pasarán unos 18 meses en el interior de un complejo de contenedores cilíndricos conectados entre si que totalizan un volumen de 550 metros cúbicos, y un pequeño terreno rojizo que simula la superficie marciana, al que solo podrán acceder provistos de trajes espaciales. El conjunto de módulos, especialmente construidos para esta “misión”, comprende los siguientes:
- EU-50, encargado de simulador de la cápsula que descenderá en Marte.
- EU-100, un laboratorio médico.
- EU-250, utilizado como depósito e invernadero.
- EU-150, es el módulo principal, donde se encuentran los camarotes.
- Una bóveda que simula la superficie marciana.
El director del IPBM, el ruso Ígor Ushakov, despidió a los voluntarios con un emotivo “comenzad el experimento”, tras lo cual se cerraron las puertas de acceso al complejo, que se encuentra instalado en la Academia de Ciencias de Rusia. Alexey Sitev, Sukhrob Kamolov, Alexander Smoleevskiy, Diego Urbina, Romain Charles y Yue Wang solo podrán comunicarse con el exterior a través de mensajes de correo electrónico, los cuales -está previsto- sufrirán problemas frecuentes de conexión y los mismos retardos que tendrían en un viaje real a Marte. El grito de “¡Nos veremos dentro de 520 días!” que uno de los rusos dirigió a los periodistas presentes en el lugar resume lo que todos estaban pensando. Si tienen éxito, esta especie de “Gran Hermano” científico ayudará a obtener información importante sobre los factores que se deberán considerar a la hora de planificar una misión real.