El primer cometa del 2009 ya puede ser observado utilizando prácticamente cualquier telescopio. C/2007 N3, alias "Lulin", puede observarse un par de horas antes del amanecer y hay más posibilidades de verlo en el campo que en las grandes ciudades. Fue descubierto en China en 2007 y, en este momento, está entre las "pinzas" de Escopio y Libra, muy cerca de la estrella Beta Scorpii.
Hace unos cuantos meses, en 2007, un joven chino de 19 años de edad y aficionado a la astronomía, descubrió un objeto espacial no catalogado mientras cotejaba unas imágenes tomadas en el Observatorio Lulin de Taiwán. Lo que había encontrado el joven Ye Quanzhi resultó ser finalmente un cometa, y la Unión Astronómica Internacional (IAU, por International Astronomical Union) decidió bautizarlo con el bonito nombre de C/2007 N3 Lulin. En oriente han tenido la sana idea de llamarlo “Cometa de la Cooperación”, algo bastante más fácil de recordar.
En estos momentos el cometa Lulin se está acercando a la Tierra, y es visible unas horas antes de amanecer en la constelación de Libra. Su brillo es muy pequeño ya que se trata de un objeto de octava magnitud, así que por ahora te hará falta un telescopio para poder verlo. Sin embargo, a mediados de febrero se habrá acercado lo suficiente a nuestro planeta para que pueda ser visible, aunque muy débilmente, a ojo desnudo desde lugares libres de contaminación lumínica (lejos de las ciudades). Como ocurre a menudo, se trata de un cometa ideal para observarlo con prismáticos.
El espectáculo comenzará los primeros días de febrero. El cometa “avanzará” por el cielo alrededor de un grado cada día. Para el día 11 o 12 su velocidad se habrá duplicado, y cruzará la constelación de Virgo (pasando muy cerca de la estrella Lambda Virginia) a unos 2 grados por día. El 16 de febrero, a una velocidad de 3 grados diarios, el cometa pasará a unos tres grados de la estrella más brillante de la constelación de Virgo, Spica.
Cuando en la última semana de febrero se de su máximo acercamiento, el cometa se encontrará a unos 61 millones de kilómetros de nuestro planeta. Esa distancia es bastante menor a la mitad de la que nos separa del Sol. En ese momento, Lulin tendrá una magnitud 5, suficiente para poder apreciarlo a simple vista.
Los astrónomos han calculado que Lulin sigue una trayectoria hiperbólica con una inclinación de 178,4 grados, mientras que avanza en sentido contrario a los demás planetas del sistema solar. De estos datos se puede deducir (¡sabiendo como hacerlo, claro!), que se trata de la primera vez que Lulin se adentra tanto en Sistema Solar Interior. Los efectos que provocará este paso por los alrededores del Sol en su núcleo son, por ahora, una incógnita.