Una verdad no ha cambiado con el paso de los años, y es que los cartuchos de tinta para impresora (toner incluidos) son caros. Muy caros. Y además, se sabe que la fabricación de tinta de impresora no es lo que se dice "amigable" con el ambiente. Por lo tanto, entre costos e impacto ambiental, hay mucha gente que literalmente detesta el hecho de cambiar cartuchos de tinta, especialmente en entornos donde se realizan miles de impresiones. Por suerte, Xerox parece haber dado con una interesante respuesta a través de su impresora ColorQube, que como detalle principal, utiliza tinta sólida, mucho más barata y de mayor duración.
Según Xerox, los cartuchos de esta nueva impresora se parecen a "crayones de cera", completamente sólidos al momento de ser desempacados, y manteniéndose así al ser instalados. Es la impresora la que se encarga de ir derritiendo la tinta y dosificando a los cabezales, de forma tal que puede lograr una eficiencia muy alta. De acuerdo a los datos publicados, estos cartuchos sólidos deberían ser reemplazados después de haber impreso unas 55.000 páginas, lo cual puede ser un número enorme para un usuario común, pero no tan así para una gran empresa.
¿Por qué decidió Xerox lanzar un sistema de estas características? Principalmente por el hecho de que las impresiones a color están muy por detrás de las impresiones en tinta negra. Se cree que sólo el 15 por ciento de las impresiones mundiales están hechas en color, y se debe a que una impresión en color sale entre cuatro y cinco veces más cara que una impresión en tinta negra. De acuerdo a lo publicado por Xerox, este nuevo sistema podría reducir el costo de impresión en un 62 por ciento, lo que le permitiría al entorno empresarial a acceder a impresiones mucho más baratas, tanto en color como en tinta negra.
Además, la impresora fue diseñada de forma tal que genera una cantidad muy baja de material de desperdicio, hasta un 90 por ciento menos en comparación con otras impresoras. Ya hemos visto que cuando una impresora normal comienza a quedarse sin tinta, en realidad aún queda un poco en el cartucho, sin mencionar el desperdicio de plástico y otros materiales. Sin embargo, el bloque de tinta es derretido por completo en la impresora, al punto que el usuario no debe remover bloques, sino introducirlos. El sistema se ve muy atractivo, pero como suele suceder en estas cosas, algo bueno viene acompañado por algo malo. Lo malo es que la impresora no es muy barata que digamos: €16.000. Aún así, eso no elimina la posibilidad de que veamos en el futuro un sistema similar para nuestras impresiones de todos los días.