Algunas personas dicen que para conocer el futuro de los coches debemos mirar al pasado, y creo que tienen toda la razón. En el último medio siglo hemos visto modelos agresivos, aerodinámicos, extravagantes, y con una estética sencillamente impecable. Muchos de estos coches retrofuturistas jamás abandonaron la fase de concepto, pero sus diseñadores tenían una visión más pulida del futuro, que quedó grabada a fuego en la mente de toda una generación…
No es casualidad que muchos de estos coches estén asociados a nombres como Bertone, Pininfarina o Colani. Tampoco es casualidad que en su mayoría compartan el famoso formato de cuña o «pedazo de queso» como yo los llamaba cuando era pequeño. Sus raíces ganaron fuerza a principios de los ’70, y rápidamente evolucionaron para dar lugar a diseños en verdad extraordinarios, potenciados aún más por artistas del calibre de Syd Mead. Sí, algunos supercoches actuales nos quitan el aliento, pero algo me dice que queda mucho por aprender de estos pioneros…
Lotus Esprit S1 (1976)
Después de pasar por los shows de París y Londres, el Lotus Esprit S1 entró en producción en 1976. Aunque no necesitaba ninguna ayuda para llamar la atención, la popularidad del Esprit S1 explotó cuando el mismísimo James Bond lo convirtió en submarino…
Lancia Stratos Zero (1970)
Sin dudas, el Lancia Stratos Zero se destaca entre las mejores joyas del Gruppo Bertone. En 2011 fue vendido por más de 760 mil euros, y es considerado como una de las grandes obras maestras del diseño italiano. ¿Recuerdas la película Moonwalker de Michael Jackson? El Zero estuvo allí.
Maserati Boomerang (1972)
Una creación de Giorgetto Giugiaro, el Boomerang debutó en el Auto Show de Turín en 1971, y alcanzó cierto perfil de producción bajo el Maserati Bora. Pasó a manos privadas en 1974, resurgiendo en varios eventos a partir de 1990. Louis Vuitton lo usó en la publicidad de su campaña 2014.
Mercury Antser (1980)
De acuerdo con su fabricante, el Antser sería el coche que respondería a las necesidades estadounidenses de transporte a fines de los ’80 y más allá. Propulsión híbrida, espacio para cuatro pasajeros (aunque no parezca), tablero y mapas digitales integrados indicaban una seria apuesta al futuro que nunca fue.
Lamborghini Countach (1974)
¿Qué podemos agregar? Es el Lamborghini de nuestros sueños. Aquel que derritió cerebros en los ’80, y al que casi todos disfrutamos como juguete a escala. Sus puertas de tijera dieron la vuelta al mundo, y muchos las imitaron. Se fabricaron casi 2.000 Countach, yo no tengo uno, y estoy triste.
Pontiac Fiero (1983)
Problemas de seguridad, varios recalls y pérdidas netas por unidad marcaron los cinco años de producción del Pontiac Fiero, pero aún así se vendieron casi 400 mil unidades… y se ve genial. Un youtuber comenzó a restaurar uno en 2018, y es oro puro, no te lo puedes perder.
Porsche Tapiro (1970)
Dice la leyenda que el prototipo del Porsche Tapiro fue comprado por un industrial español en 1972, y detonado por activistas en protesta por las políticas laborales de su dueño. Otras fuentes sugieren que se trató de un simple accidente, y al parecer, aún no fue restaurado…
Alfa Romeo Carabo (1968)
Todo comenzó con este coche. El diseño de cuña. Las puertas de tijera. Inspirado en los carábidos, el verde brillante con los toques exactos de naranja transformaron al Alfa Romeo Carabo en una criatura única, y sigue demandando nuestra atención 53 años después. Una maravilla.
Ferrari Rainbow (1976)
El Rainbow marcó el regreso de Bertone a la línea Ferrari después de 15 años. Los planes de llevarlo a fase de producción jamás existieron, por lo tanto, el diseñador trabajó con total libertad, sin la presión del tradicionalismo que el Cavallino Rampante favorecía en aquel entonces.
Alfa Romeo Navajo (1976)
Algunos comentarios sugieren que Bertone vio un episodio de Battlestar Galactica y creó al Navajo, pero este concepto precede a la serie por dos años. Construido sobre un 33 Stradale, el Navajo logró eliminar buena parte de su peso gracias al amplio uso de fibra de vidrio.
Nissan 270X (1970)
Otro «hijo de los ’70», pero nacido al otro lado del mundo. A pesar de su agresiva apariencia, su mecánica no estaba necesariamente a la par, ya que Nissan utilizó a su E10 Cherry como base. Sin embargo, su diseño no pasó desapercibido, e incluso Matchbox lo sumó a su línea Speed Kings.
Toyota EX-7 (1970)
Otro fabricante que pisó con fuerza en el Tokyo Auto Show de 1970 fue Toyota, presentando a su EX-7. En esencia, Toyota. trató de averiguar cómo se vería un supercoche basado en el diseño de su Toyota 7. El blog oficial de Toyota UK tiene todo un artículo dedicado a este llamativo experimento.
Ferrari Modulo (1970)
En enero de 1970, Ferrari había construido una serie de 25 «512S» para su proceso de certificación, y le dio un chasis a Pininfarina. ¿El resultado? Un sueño del año 2050 al que no podemos dejar de admirar. ¿Dato de color? Originalmente era negro.
Ferrari 250 P5 Pininfarina (1968)
Si bien no faltaron los puristas de Ferrari que protestaron por el supuesto abandono de las líneas tradicionales de diseño, el 250 P5 Pininfarina no hizo más que anticipar el futuro de la marca, con sus puertas de gaviota y el motor cubierto con un panel de vidrio.
BMW M2 Colani Concept (1981)
Una variante del BMW M1, diseñada exclusivamente por Luigi Colani para el corredor de Le Mans Jean Rondeau. En realidad, el coche no fue más que una propuesta, adoptando un perfil más «líquido y fluido», tomando distancia del formato de cuña. Debutó en el Paris Motor Show de 1981.
Mazda Le Mans Prototype (1983)
Una vez más, Colani apostó de lleno por su visión líquida, creando al Mazda Le Mans Prototype. El plan era equiparlo con un motor Wankel capaz de desarrollar entre 960 y 1.400 caballos. La velocidad máxima teórica era de 380 kilómetros por hora… pero todo sugiere que jamás tocó el asfalto.
Ferrari Testa d’Oro (1989)
Y un día, Colani hizo una Ferrari. Su variante Ferrari Testa d’Oro es toda una bestia, con 700 caballos y una velocidad máxima de 351 kilómetros por hora, marca registrada por el piloto Mike Strasburg en 1992. En el año 2015 se especuló con una venta por más de 1.7 millones de dólares.
Vauxhall SRV (1970)
Con el objetivo de optimizar su perfil e imagen, Vauxhall creó al SRV en 1970, obteniendo en el proceso una muy interesante plataforma de investigación. El coche se inspiró en los vehículos que dominaban Le Mans en aquella época, pero podía transportar a cuatro adultos sin problemas.
Mercedes-Benz C111-III (1977)
La tercera versión del C111 vio la luz en 1977, pero en vez de explorar posibilidades para coches deportivos, el plan de Mercedes-Benz era un solo: Destruir récords de velocidad. Y vaya si lo logró, reclamando nueve.
Ford Probe I (1979)
El primero de una amplia colaboración entre Ford y Ghia, marcado por una profunda crisis del petróleo, y la búsqueda de diseños más eficientes. Fabricado sobre el chasis de un Mustang, Ford llegó a declarar que el Probe I tenía una economía cercana a los 17 kilómetros por litro de combustible.
Peugeot Quasar (1984)
El primer concept car de la compañía francesa, el Peugeot Quasar hizo acto de presencia en el Paris Motor Show de 1984. Su interior (que incluía un monitor CRT en el tablero) cubierto con cuero de un profundo color rojo se destacaba de inmediato frente al exterior blanco.
Mitsubishi MP-90X (1985)
Lamentablemente no hay una gran cantidad de datos sobre el Mitsubishi MP-90X más allá de sus apariciones en el Tokyo Motor Show de ese año, y el Geneva Motor Show de 1986. Controles táctiles y pantallas CRT dominaban el interior, junto a un volante digno de ciencia ficción.
Chevrolet Express (1987)
Además de explorar diseños aerodinámicos, el Chevrolet Express también permitió a la compañía avanzar en sus experimentos con la turbina AGT-5. Por otro lado, el prototipo adoptó varias soluciones tecnológicas para reemplazar a elementos clásicos, como el uso de cámaras y monitores en vez de espejos.
Pontiac Pursuit (1987)
Dos puertas, cuatro asientos, dirección electrónica avanzada, frenos ABS, motor de 2 litros, 4 cilindros y 200 caballos. La única excepción en el cóctel tecnológico del Pontiac Pursuit era su transmisión, manual y de cinco velocidades. Apareció en una película, ¿recuerdas cuál es…?
DMC DeLorean (1981)
Por supuesto. Si el DeLorean no llegaba a ser parte de esta lista, iba a terminar perseguido por las autoridades. En términos generales, es un coche plagado de problemas que transmite una experiencia de conducción bastante dura… pero nada de eso importa. El DeLorean siempre será «el futuro» en cuatro ruedas.