Los tamaños de las casas han variado desde siempre, y desde los castillos gigantescos a los receptáculos individuales en hoteles japoneses, la historia es larga y actualmente es un tema que preocupa dado el aumento de la población urbana que se ha ido disparando. Ante esto, las alternativas de vivienda para el futuro surgen por doquier, y ahora dimos con una que fusiona el confort en el espacio reducido y la eficiencia energética, combinando un coche eléctrico que puede convertirse en en habitación extra de tu mini hogar y cargar sus baterías desde éste.
Japón, Corea del Sur y otros tanto países con tasas demográficas que invitan al desmayo ya sufren de la falta de espacio para albergar a la cantidad de personas que habitan las zonas urbanas. El problema no es demográfico únicamente, sino también económico. La gran mayoría de las personas deja más del 60% de sus pagos mensuales en la renta o hipoteca de su lugar de residencia, y a medida que los espacios se van ocupando y volviéndose escasos, el precio se eleva considerablemente, haciendo que estas personas tengan que ir a vivir a lugares cada vez más pequeños o alejarse considerablemente de su zona de trabajo y/o educación. Vivir en espacios reducidos ha llevado a una cultura de la eficiencia de cada centímetro, y la idea es buscar el confort en ambientes reducidos. El colmo de esta surge cuando se transforma un coche eléctrico en parte de tu hogar, pero un hogar pequeño, elegante y eficiente.
La obra que vemos arriba es del diseñador estadounidense Jon Salerno, que propone un estilo de vivienda que sea pequeña pero que contenga todo aquello que la vida cotidiana más básica requiere: una cama, una cocina, mesa y no mucho más, aunque un baño podría ser muy útil, ¿cierto?. Es decir, una habitación casi completa, pero de 30 metros cuadrados. Sin embargo hay un elemento más en la fórmula que seguro no tendrás debajo de tu habitación de dimensiones enormes: un coche eléctrico que actúa como ambiente extra para tu minúsculo hogar, convirtiéndose en una sala de estar de casi 10 metros cuadrados que hace su aparición cuando los asientos del coche se giran y confluyen en un círculo con una mesa en un costado. La vivienda se alimentaría por paneles solares y estaría dispuesta sobre unos parantes (como en los hogares ubicados en terrenos anegables), y el espacio creador entre estos actuaría de garaje para estacionar el coche y utilizarlo a la vez para invitar amigos a conversar.
Pero el proyecto no se agota en eso, sino que saca a relucir lo mejor en cuanto a la generación de un entorno ecológico al realizar un ciclo de energía compartida, que funciona cuando los paneles solares ubicados en el techo del hogar transmutan la energía solar y la depositan en pilas de combustible, que servirán para cargar tu automóvil. A su vez, cuando el coche parte, la casa queda recargándose nuevamente. En general es una buena idea, aunque está más que claro que estar tan apretados dentro del coche sólo se justificaría si el clima obliga o si no hay dinero para ir a algún otro sitio, pero por el modo eficiente de utilizar la energía y de ensamblarse con tanta eficacia dos elementos de la vida cotidiana, puede resultar en una buena plataforma para pensar otras ideas. Otras ideas que tengan baño, por ejemplo.
