Instalar un servidor de alto rendimiento es complicado. Mantenerlo correctamente es aún peor. El gran enemigo de todas las compañías que construyen y administran centros de datos es el calor, y en algunos casos han sido muy creativas para minimizar sus efectos. La gente de Cloud & Heat propone el concepto de “horno de datos”: Si permites un servidor en tu casa, recibirás calefacción gratis.
¿Cuánto pagas anualmente para calefaccionar tu hogar? Admito que la pregunta es un poco tramposa, ya que una respuesta precisa depende del tipo de energía, de la ubicación, y de qué tan crudo haya sido el invierno. Aún así, mantener ciertos espacios a una temperatura agradable reclama un mordisco decente en cualquier presupuesto hogareño. Si nos trasladamos al curioso mundo de los servidores y los centros de datos, pagar por calor sería absurdo. Los ingenieros hacen todo lo posible para estabilizar las temperaturas y proteger el hardware, incluyendo la reutilización de viejas instalaciones. En mayo de 2011 vimos a Google usar agua de mar para refrigerar servidores en Finlandia. A mediados de 2013, KoreLogic compartió con el público sus servidores refrigerados con aceite mineral. En otras palabras, el calor es un problema, y la solución definitiva tal vez no sea combatirlo, sino aprovecharlo.
Así es como nos encontramos con Cloud & Heat, un proveedor alemán de servicios en la nube que ofrece instalar servidores en los hogares para aprovechar su calor y calefaccionar el entorno, además de calentar agua. Los requerimientos técnicos en este tipo de calefacción son bastante avanzados, comenzando con un tanque de agua que guarde entre 125 y 2.000 litros, acompañado por un sistema eléctrico capaz de sostener tres circuitos de 16 amperios, y por supuesto, una conexión a Internet de al menos 50 megabits por segundo (es un servidor en línea, después de todo). La inversión inicial a cargo del usuario es de unos 12 mil euros para adquirir la cabina a prueba de incendios donde se instalará el servidor. El resto de los gastos, como la electricidad, la conexión de banda ancha y el mantenimiento general, corren por cuenta de Cloud & Heat durante quince años.
¿Interesante? Por supuesto que sí. ¿Conveniente? Eso ya requiere un análisis más profundo. Si puedes instalar un sistema de calefacción en tu hogar por menos de 12 mil euros, la oferta de Cloud & Heat no sería competitiva. Sin embargo, estoy convencido de que existen regiones con un costo de calefacción mucho más alto, y la “descentralización del calor” sería una buena alternativa. El acceso a la calefacción por servidores de Cloud & Heat se limita a Alemania, pero no estaría nada mal si otras empresas experimentan con este concepto.
