Si bien la clonación de humanos es algo todavía lejano, el campo de crear clones ya se utiliza en animales. Y no solo a modo de experimentación, las ventajas son muchas y varias. También la controversia.
Michi se despierta junto a su ama. Se despereza. Alarga las patitas de adelante y arquea el lomito. Bosteza. Marta ya se está lavando la cara, tratando de quitarse el bochorno del sueño. Michi maúlla frente a su platito. Quiere leche. -¡Ya va!-, dice Marta. Miaus y más miaus, Michi solo calla cuando su dueña, fastidiada y todavía un poco dormida, le sirve el desayuno. Michi beberá la leche y, como todos los gatitos de su edad, se dedicará a holgazanear el resto del día, mientras Marta va al trabajo. Pero Michi no es como todos los gatitos de su edad. Michi es un clon.
Michi, el primer Michi quiero decir, murió de un ataque de corazón a los 18 años. Marta había quedado devastada. Su compañero durante casi dos décadas había muerto. Nada era lo mismo para ella. Sus amigos le ofrecieron otros gatitos, pero ninguno era como Michi. Michi, para Marta, era especial. Marta lloró y lloró, hasta que su hermana le dijo, medio en chiste: ¿Y si lo clonas? Marta abrió los ojos grandes, muy grandes. Sacó todo el dinero que tenía ahorrado, unos 50 años de poner euro tras euro en el banco, y los gastó en una réplica exacta de Michi. Tan exacta es que hasta tiene la manchita esa en el ojo, que tan mona le quedaba (y queda).
Porque cuando uno piensa en clonación de animales, lo primero que se le viene a la mente son animales transgénicos para experimentación, cerdos fosforescentes u alguna otra cosa igual de elevada y científica. Pero lo cierto es que existen otros usos para la clonación. Por ejemplo, hace unas pocas semanas, la Autoridad de Seguridad Alimenticia de Europa y la Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos, dieron un paso muy importante en lo que se refiere al consumo de carne y leche de animales clonados. Que está bien, dijeron, que no es nada fuera de lo ordinario, que es lo mismo que comer carne y tomar leche de animal no clonado. “No encontramos nada en la comida que pueda ser potencialmente peligroso.”, dijo el Dr. Stephen Sundlof de la FDA. “La comida, en todo aspecto, es indistinguible de la de cualquier otro animal.”
El consumo de carne de animales clonados es poco viable desde el punto de vista económico. Clonar una vaca, por ejemplo, sale entre 10.000 y 20.000 dólares. Que un toro se monte a una vaca, es gratis. La inseminación artificial también tiene un costo mínimo. Por eso, los que clonan animales ganaderos, no lo hacen para que después te los comas, sino para mantener una provisión de sus mejores reproductores. Una vaca lechera campeona o un toro reproductor premiado son invaluables. Manteniendo “viva” la genética original, los ganaderos saben que tienen entre manos una descendencia de calidad… por siempre. Y esto no es ciencia ficción, las mayores compañías clonadoras de Estados Unidos (Viagen Inc. y Trans Ova Genetics) ya han producido 600 animales clonados, entre vacas premiadas, toros de rodeo poderosos y reproductores hyper viriles. Será la leche y la carne de la descendencia de esos animales lo que llegará a los mercados dentro de unos años.
Pero siempre hay detractores. Desde aquellos que dicen: “¡Ay, no, que asco! ¡Carne de animal clonado!” hasta aquellos un poco más serios. Por ejemplo, Michael Pollan, un columnista de New York Times, ya expresó el miedo de muchos. Porque si bien es cierto que mantener una misma línea genética puede proveernos de mejor carne y leche más consistente también, como es lógico, reduce la diversidad, lo que a la larga puede ser catastrófico. “El sexo y las variaciones son los que evitan que los microbios nos eliminen. Si todo es genéticamente idéntico, una enfermedad puede eliminar a todo un grupo. En caso que esto suceda se va a necesitar muchos antibióticos y sanidad para mantener a las criaturas vivas.” Y es cierto.
Sobre las personas que se nieguen a comer carne de animal clonado, poco se puede hacer. Los gobiernos han aprobado este método y es poco lógico pensar que si a los ganaderos les conviene, no lo vayan a usar. “La carne y la leche proveniente de animales clonados no entraña ningún peligro, o al menos así lo aseguran las agencias de sanidad de los estados. “El público debe entender que la clonación es solo otra forma de reproducción, como la inseminación artificial que los ganaderos usan ampliamente.”, dijo David Faber, Presidente de Trans Ova. Los animales aprobados para clonación de consumo, son las vacas, los cerdos y las cabras. Las ovejas, paradójicamente, no. Falta de información al respecto.
La preocupación de muchos pasa bienestar de los animales clonados… Allí se pueden levantar muchas quejas desde la moral y la ética. Pero, ¿con qué base? Nada hace pensar que una vaca que nace de un embrión clonado deba ser tratada de diferente manera a una vaca nacida de manera natural. ¿Por qué habría que maltratar a una vaquita clon?
El primer caso fue el pasado 14 de febrero, de la mano de una agencia Surcoreana. Según reportó AFP, el perro era un pit-bull y su dueña una millonaria cuyo nombre no trascendió. La misma agencia, que opera desde la Universidad de Seul, ya tiene 500 pedidos de gente desahuciada por la muerte de su perrito/gatito preferido.
Pero llevando las cosas más allá, la clonación animal tiene otros usos además de clonar animales ganaderos y mascotas. Imagina todos los animales extintos que se pueden llegar a recuperar.¿No quisieras que la humanidad se resarza de los males que ha cometido? ¿No desearías que el Tigre de Tasmania vuelva a rugir? ¿Que el delfín de río vuelva a nadar? ¿Que el tigre Persa y el León del Cabo tengan otra oportunidad? Objetivos nobles, para una humanidad que debe hacer algo, ahora que puede, por sus errores del pasado. Y esto no solo podría aplicarse a animales extintos, sino para darle nuevo vigor a las especies en extinción. Podríamos hacer tanto, tanto, que tener pruritos al respecto es lo que se debería considerar inmoral.
¿Clonar un dinosaurio? Puede ser. Algunos lo están intentando, como se vio en el especial de Discovery Channel Dinosaurs: Return to Life. Lo mismo con los mamuts, como prometen los científicos que están a punto de completar su genoma.
Como siempre, llegamos a la misma conclusión. La ciencia es neutra, es el uso que le dan las personas lo que la puede hacer objetable a ojos de muchos. La clonación de animales ganaderos puede lograr maravillas en las reservas de alimentos mundiales. La clonación de animales extintos o en vías de extinción, es una deuda pendiente de la humanidad hacia la naturaleza. Y, aunque te pueda sonar frívolo, aquellos que quieran clonar mascotas, están en todo su derecho.