Hablar de cintas magnéticas como medio para guardar información puede sonar como algo antiguo. Sin embargo, las empresas o instituciones que necesitan almacenar grandes volúmenes de datos siguen recurriendo a estos verdaderos dinosaurios informáticos. IBM y Fujifilm acaban de anunciar que están desarrollando conjuntamente una tecnología que permitirá almacenar 35TB en una sola cinta magnética, el equivalente al texto de unos 35 millones de libros. Como puedes ver, la cinta magnética aún goza de buena salud.
Aunque muchos ni lo sepan, hubo una época en que el costo de cada KB de almacenamiento en disco duro era tan ridículamente alto, que cualquiera que necesitase hacer una copia de seguridad de 30 o 40 MB -una cantidad de bytes frecuentemente mayor que la capacidad de un disco duro típico de la época- recurría a las unidades de cinta de backup. El costo de cada KB almacenado en cinta era decenas de veces menor, y eso justificaba la tortura que era esperar que los datos se grabasen (y luego se verificase su correcto almacenamiento) en un medio tan lento. Además del bajo costo, la gran ventaja de las cintas era su enorme capacidad para almacenar bytes. Cuando los discos duros habituales eran de 40 u 80 MB, los “casetes” de cinta magnética más comunes podían guardar 2 o 4GB de datos. Increíblemente, 20 o 30 años más tarde, las cintas siguen manteniendo esas dos ventajas frente a los discos duros.
IBM y Fujifilm acaban de anunciar que están poniendo a punto una nueva tecnología que permitirá almacenar 35TB (más de 35,000 GB) en un solo carrete cinta magnética. Esta cifra hace que cualquier otro dispositivo de almacenamiento, incluidos los discos duros USB externos, discos ópticos o cualquier cosa que se te ocurra, parezca obsoleto. Por supuesto, estas cintas son incapaces de reemplazar a los medios de almacenamiento habituales, ya que la grabación y lectura se efectúan de forma secuencial: eso significa que para encontrar algo que está en medio de la cinta debes “hacerla avanzar” previamente (algo más que lógico) hasta que el cabezal de lectoescritura se posicione sobre el lugar correcto, proceso que puede demorar varios minutos. En un disco duro o de estado sólido, esto se hace de forma prácticamente instantánea. Sin embargo, a la hora de guardar datos de respaldo o que van a ser consultados muy pocas veces en el futuro, no hay nada mejor que una cinta magnética.
Gracias a la nueva tecnología, una cinta de estas puede almacenar aproximadamente 22 veces más información que los dispositivos IBM LTO Generation 4, la cinta de más capacidad disponible en la actualidad. Para tener una idea de lo que significan 35TB, puedes imaginar que dentro de uno de esos cartuchos -que contienen cerca de 800 metros de cinta de media pulgada de ancho- puedes guardar el texto de más de 35 millones de libros de los gordos. Si fuesen de papel y los pusieses uno al lado del otro, esa cantidad de libros necesitarían casi 400 kilómetros de estantes de bibliotecas para ser almacenados. El material de la nueva cinta admite una densidad de grabación cercana a los 30 mil millones de bits (unos 3,5GB) por cada pulgada cuadrada. Seguramente ya estas haciendo cuentas, calculando la superficie de la cinta y teniendo en cuenta esta densidad, y los números no dan los 35TB prometidos por IBM. Pero no es que estés haciendo algo mal: la diferencia se debe a que los datos -al igual que en cualquier otra cinta- se guardan comprimidos, y también se reserva espacio para bits destinados a la corrección de eventuales errores, por lo que no queda otro remedio que creerle al fabricante.
Para fabricar los prototipos se utilizó una cinta basada en un material desarrollado por Fujifilm, que emplea particulas magnéticas extremadamente pequeñas compuestas por una mezcla de bario y ferrita, que se orientan perpendicularmente a la superficie de la cinta. La empresa se refiere a este material como NANOCUBIC y ya es una marca registrada. Esto permite lograr una alta densidad de grabación de datos sin necesidad de utilizar la costosa pulverización de metales u otros métodos de recubrimiento basados en la evaporación. Por otra parte, IBM a aportado una nueva tecnología de de control de la posición de los cabezales mediante servomecanismos, que le permite acceder a un numero de pistas 25 veces mayor en cada centímetro de cinta. Tanta es la precisión de este sistema, que en los ensayos se pudo ubicar el cabezal en lugares predeterminados con un error de solo 24 nanómetros. La conjunción de ambas tecnologías permiten cintas con pistas de datos de menos de 0,45 micrómetros.
IBM tiene una larga historia de innovación en el campo del almacenamiento de datos en cintas magnéticas. Su primer producto comercial, la Unidad de Cinta Magnética 726, se anunció hace casi 60 años. También utilizaba carretes de cinta de media pulgada de ancho, y cada uno tenía una capacidad de aproximadamente 2 MB. El producto que se acaba de anunciar representa un aumento de capacidad de unas 17.500.000 veces en comparación con “la 726”. Si la industria aeronáutica hubiese experimentado una tasa similar en el aumento en la velocidad de los aviones, hoy tendríamos aeronaves capaces de volar a más de 500 millones de kilómetros por hora. ¿Nada mal, verdad?