Desde el principio de la historia, el hombre ha tenido secretos. Las formas de guardarlos han variado a lo largo del tiempo. Hoy, la holografía óptica hace la información más segura, más difícil de descifrar.Entre los casi infantiles métodos de cifrado utilizados por Julio Cesar hace cientos de años y sistemas como el RSA, existe un bache tecnológico enorme. Hoy, la holografía permite dar un paso adelante en los mecanismos de cifrado, y puede transformar a los métodos actuales en una antigüedad.
No solo los espías necesitan métodos seguros para transmitir o almacenar información. En un mundo cada vez más digitalizado e interconectado, cada vez mas bancos, comercios, empresas y gobiernos utilizan redes públicas como Internet para realizar sus operaciones. Necesitan forzosamente un sistema que transforme a esos bits en algo seguro.
En general, los métodos de cifrado tienen sus raíces en las manipulaciones de componentes físicos. En la holografía óptica el foco es liviano, y los científicos pueden cambiar levemente la fase de las ondas de luz de manera que la información desaparezca completamente. Y, por supuesto, regresarla nuevamente utilizando la “llave” correcta.
El físico Xiaogang Wang, junto al ingeniero Yixiang Chen, ambos de Zhejiang, han puesto a punto un método de encriptación práctico basado en este principio. “Obtuvimos dos interferogramas usando un corrimiento de fases en dos pasos, y los transmitimos por un canal de comunicación convencional”, escribieron en Journal of Optics :A Pure and Applied Optics.
Parte de la técnica consiste en obtener un patrón de interferencia entre estas dos señales, y usarlas para obtener la imagen original a partir de una de las dos mitades. Más o menos lo mismo que se hace con una clave alfanumérica tradicional, pero con un tamaño enorme. No solo la complejidad matemática necesaria para violar el sistema es enorme, sino que el equipo para manipular los interferogramas es muy sofisticado, lo que lo deja fuera del alcance del enemigo.