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Científicos reviven musgo que permaneció congelado 1.500 años

En más de una ocasión se ha comprobado que el permafrost puede proteger y conservar a ciertas formas de vida durante miles de años. El más reciente ejemplo proviene de la Isla Signy en la Antártida, donde un grupo de científicos británicos logró revivir un musgo local después de permanecer congelado más de 1.500 años, solamente utilizando luz solar.

En febrero de 2012, un grupo de científicos rusos anunció la restauración de Silene stenophylla, una planta congelada en el permafrost siberiano. El proceso demandó la clonación de tejido a partir de sus semillas, y un cuidadoso proceso de alimentación, pero al tratarse de una muestra con casi 32 mil años de edad, definitivamente valió la pena semejante esfuerzo. Existe un estado llamado criptobiosis, en el que ciertas formas de vida logran la suspensión total de sus procesos metabólicos, esperando a que las condiciones del medio ambiente sean más favorables. El permafrost (independientemente de la ubicación geográfica) posee y conserva a una buena cantidad de especies. Una de ellas es Chorisodontium aciphyllum, un musgo que crece en la Isla Signy, muy cerca de la Isla Coronación, en la Antártida. Un equipo de investigadores de la Universidad de Reading y el British Antarctic Survey tomaron muestras del núcleo del permafrost, las dividieron en trozos de 20 centímetros de largo, y las colocaron en contenedores especiales, exponiendo al musgo congelado nada más que a la luz solar.

Entre tres y seis semanas después, los restos del musgo comenzaron a crecer, y una prueba de carbono estableció su antigüedad en 1.500 años como mínimo, aunque no superaría los 1.720 años. Los científicos debieron tener mucho cuidado de que el crecimiento no sea producto de la contaminación causada por otras esporas, pero explicaron que esta especie de musgo no produce esporas en la Antártida, y que el “nuevo” material coincide con el musgo presente en el núcleo del permafrost extraído. Esto no sólo demuestra la extraordinaria capacidad del musgo para resistir un entorno hostil, sino que obliga a los científicos a preguntarse cuánto tiempo puede conservarse realmente. Un equipo de la Universidad de Alberta planea hacer algo similar con muestras de musgo cuya edad supera los 50 mil años, por lo tanto, calculo que tendremos novedades al respecto muy pronto.

Escrito por Lisandro Pardo

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