Caminando por la ciudad no es inusual encontrarse con alguna persona que con desorbitado entusiasmo y una perseverancia tácita tenga unas conversaciones consigo misma de lo más encendidas. “Esquizofrenia” decimos al pasar y lamentándonos ante la situación de la otra persona continuamos nuestro camino. Pero si caminando más nos encontramos con un científico que dice que su ordenador tiene esquizofrenia, al que vamos a mirar raro es a él. Pero el científico puede tener razón esta vez, y una demostración de ello es lo que los investigadores de dos universidades de EEUU crearon; una red neuronal artificial con esquizofrenia.
Ya sobre la mesa del laboratorio, los miembros del equipo de investigación de las citadas universidades comenzaron estudiando los más recónditos aspectos de la esquizofrenia, un trastorno mental que obviamente trasciende el “hablar solo”, y entre ese submundo de teorías entretejidas se enfocaron en una teoría llamada “hiperaprendizaje” Esta sugiere que quienes padecen esquizofrenia poseen un cerebro que ha perdido la capacidad de olvidar o ignorar datos de la realidad que normalmente son pasados por alto en un órgano sano. Esta condición lleva a que los pacientes constituyan ligazones y asociaciones de datos insignificantes, detalles mínimos de los tantos estímulos que el cerebro recibe, creando realidades alternativas, sentimientos de culpabilidad, paranoia y potenciando su esquizofrenia.
Este tipo de estados se da –teorizan- cuando el conteo de “dopamina codifica la importancia de la experiencia”, de lo vivido. Cuando la cantidad es aumentada por la condición, la relevancia de la experiencia se exagera, por lo que el cerebro “termina aprendiendo demasiado sobre cosas que no debería”, concretando lo que se llama hiperaprendizaje. Para comprobar esto, el equipo puso a prueba su teoría a través de una red neuronal artificial, desde la que corrieron simulaciones de liberación de dopamina en diferentes niveles. En los más altos, la respuesta de la red neuronal –llamada Discern– fue que ésta manifestaba formas de operar cuasi esquizofrénicas, por lo que se corrieron otras pruebas alterando pequeños valores en la relación de aprendizaje de la red, y estos determinaron que la predisposición de ésta a recopilar en memoria información inútil se ampliaba.
Luego de diferentes pruebas realizadas y a medida que los valores de dopamina subieron y los de “capacidad para olvidar” bajaron, Discern (discernir en español) comenzó a recoger de forma diferente palabras, frases y otro tipo de entradas que se le dieron, sorteando cualquier tipo de lógica preposicional al mezclar las formas de conjugar las palabras y armar las frases, llegando incluso a reorganizarlas para centrarse en medio de situaciones fantásticas o de nula realidad, y que derivó -según cuentan sus investigadores- en la asunción de la responsabilidad de un atentado terrorista.
Ante estos resultados los científicos igualmente declararon que esto no confirmaba la hipótesis del hiperaprendizaje de forma definitiva, pero que igualmente es algo a tener en cuenta para el estudio de la mente humana y la ayuda a mejorar el tratamiento clínico a través de la investigación médica.