Desarrollar una plataforma que permita a un ordenador leer e interpretar los pensamientos del usuario es un objetivo que muchas compañías están tratando de alcanzar. La propia Neuralink de Elon Musk trabaja en una interfaz cerebro-ordenador especial, pero lo que nos reúne aquí hoy es el proyecto de Guohua Shen, Tomoyasu Horikawa, Kei Majima y Yukiyasu Kamitani de la Universidad de Kioto, quienes lograron decodificar pensamientos utilizando inteligencia artificial. Su decodificación supera en gran medida a todos los métodos previos, e incluye múltiples capas de color y estructura.
Una de las primeras cosas que hace Facebook es preguntar «qué estamos pensando». Pregunta incómoda si las hay, y siendo honestos, no creo que nadie en la red social quiera saberlo de verdad. Sin embargo, esa misma pregunta es mucho más profunda para la ciencia, y el primero que logre crear un puente efectivo entre lo biológico y lo digital probablemente cambie al mundo para siempre. Consideremos la posibilidad por un momento: Ordenadores leyendo el pensamiento. Interpretación precisa de órdenes y comandos. Todas esas interfaces «mágicas» de la ciencia ficción, convertidas en realidad. Aún estamos muy lejos, pero un equipo de la Universidad de Kioto acaba de dar un gran paso.
Lo que podemos observar en los GIF animados es una decodificación avanzada de pensamientos, asistida por inteligencia artificial. Previamente, el aprendizaje de máquinas fue aplicado para interpretar pensamientos y generar imágenes con lecturas de resonancia magnética, pero siempre fueron conceptos simples como imágenes binarias (blanco o negro) y figuras geométricas básicas. En cambio, la técnica de Guohua Shen, Tomoyasu Horikawa, Kei Majima y Yukiyasu Kamitani decodifica imágenes mucho más complejas con color y estructura definida. Kamitani explica que su método anterior interpretaba las imágenes como una serie de píxeles, pero el cerebro humano no trabaja así. De hecho, el procesamiento visual es jerárquico, extrayendo múltiples niveles de aspectos o características con una complejidad variable. El modelo de inteligencia artificial es usado como un «sustituto» para el funcionamiento jerárquico del cerebro humano.
Otro detalle muy interesante es que los expertos lograron decodificar pensamientos basados en imágenes «recordadas» por los participantes, en vez de alimentadas directamente. En este caso, la inteligencia artificial tuvo muchos problemas con la reconstrucción, por el hecho de que es más difícil desarrollar una imagen a partir de un simple recuerdo. La precisión de esta tecnología sólo puede mejorar con el tiempo, y algunas de sus potenciales aplicaciones son tan atractivas como escalofriantes.