El desarrollo de un útero de silicona permitirá fecundar los embriones para fertilización asistida dentro del útero de la mujer, brindando mejores posibilidades de reproducción y mejorando los tiempos en que los embriones puedan estar listos para ser fecundados
El útero de silicona ha sido desarrollado por una compañía suiza, y permitirá mejorar los procedimientos de fecundación in vitro como así también las posibilidades de éxito.
En el método tradicional los embriones se extraen del útero de la mujer y se los “fertiliza” en el laboratorio, donde además se los mantiene en incubadora por 2 a 5 días. De allí se eligen los embriones genéticamente más sanos para su regreso al útero.
Con este útero de silicona los embriones podrán realizar todo el período de incubación dentro del útero de la mujer donde, luego del mismo lapso de entre 2 y 5 días, se los extrae para seleccionar a los mejores embriones, que serán implantados nuevamente en el útero.
La principal ventaja de este nuevo método radica en que al estar dentro del útero de silicona, y dentro del útero de la mujer, los embriones están en un ambiente natural y se desarrollan mejor, en cambio a la manera tradicional los embriones deben ser cambiados de recipiente cada pocas horas debido a los nutrientes que se les debe colocar. Ese movimiento reduce las posibilidades de éxito ya que en ocasiones puede llegar a dañar algunos de los embriones. El útero de silicona es un tubo de unos 5 milímetros de largo y menos de un milímetro de ancho, con 360 perforaciones de unos 40 micrones, que permiten el ingreso de los nutrientes naturales a los embriones.
Las pruebas comenzarán esta semana en la Clínica de Fertilidad CARE, en Nottingham, Inglaterra, con unas 40 voluntarias que serán sometidas a la extracción de embriones. Inglaterra siempre ha sido un país innovador en este tipo de tratamientos, de hecho la primera operación de fecundación in vitro fue realizada allí en el año 1978, y hace poco ya vimos como han desarrollado embriones humanos con un padre y dos madres.
Los procesos de incubación serán realizados a la manera tradicional y con el útero de silicona, la mitad de los embriones con cada método. Luego serán fertilizados únicamente los “mejores” embriones de cada mujer, sin importar el método con el que hayan sido obtenidos. Para esto se evaluarán cuidadosamente cada uno de los embriones en búsqueda de errores genéticos, y cuando esto suceda esos embriones serán eliminados.
Lo interesante de estas pruebas es que se podrá comparar los resultados obtenidos por cada método. Simon Fishel, director de la clínica, se muestra muy entusiasmado y cree que los embriones obtenidos por este método serán más resistentes y ofrecerán mayores probabilidades finales de éxito.