En los últimos años hemos sido testigos de la aparición de un enorme número de nuevas tecnologías relacionadas con las baterías. Esto no debería extrañarnos, ya que el mundo está convirtiéndose en “móvil”, y cualquier gadget que se precie de tal debe poder transportarse, obteniendo su energía de una batería. La ultima noticia en este campo viene de la Universidad de Stanford, donde un grupo de científicos ha desarrollado una batería transparente que además es liviana y flexible. En el futuro, las tablets, netbooks y móviles podrían ser translúcidos, mejorando su apariencia, peso y flexibilidad. ¿Que te parece?
En NeoTeo hemos visto baterías de todo tipo. Desde las que se basan en azúcar hasta las que utilizan orina humana para funcionar. No sería extraño que dentro de poco veamos alguna que tenga gusto a frutilla. Sin embargo, una de las características que se suele ver poco en estos productos es la transparencia y flexibilidad, justamente lo que ofrece un prototipo desarrollado por un equipo de científicos de la Universidad de Stanford.
Yi Cui, profesor de ingeniería de materiales del laboratorio de fotónica de la Universidad de Stanford, junto a su colega Yuan Yang, se embarcaron en este proyecto buscando “una batería más estética”. Medio en serio, medio en broma, Cui dice que quiere “hablar con Steve Jobs sobre nuestra batería, porque quiero un iPhone transparente.” Dejando las bromas de lado, el científico explica que su batería se ha construido sobre un soporte transparente en el que se disponen los electrodos formando una malla, en la que cada linea posee un ancho de unas 35 micras. La luz pasa a través de la separación existente entre las lineas, dando la impresión de que la estructura completa es transparente. Los materiales empleados confieren también flexibilidad y los electrodos, que se obtienen mediante la deposición de un vapor con metal sobre la película base, resisten muy bien las torceduras a las que se somete el conjunto.
El material utilizado como base es el polidimetilsiloxano, un compuesto basado en el silicio que forma parte de productos médicos y las lentes de contacto. Es barato pero mal conductor de la electricidad, por lo que fue necesario efectuar la deposición de metal mediante vapor. La batería de Cui tiene poca capacidad, pero puede incrementarse “apilando” varias capas y conectándolas en paralelo. Siempre que las lineas de la malla queden alienadas entre si, la luz pasará a través de ella. Durante las pruebas construyeron un prototipo compuesto por tres capas superpuestas, y aún permitía pasar el 62% de la luz a través de ella. Quizás sea más preciso decir que se trata de una batería translúcida en lugar de transparente, pero no hay dudas que se trata de un gran avance. “Podríamos haber hecho una batería más potente o barata”, dice Chi. “Pero preferimos priorizar su flexibilidad y transparencia, ya que entre otras cosas nos permitirá estudiar mejor los procesos que tienen lugar en su interior”.