La Antártida es la única región que no está gobernada por un estado tradicional. Al mismo tiempo, probablemente sea el único lugar que no hemos arruinado por completo (aún). Eso significa que la Antártida guarda un gran número de sorpresas para quienes visitan al continente, a pesar de su hostilidad natural. El fotógrafo Christopher Michel tuvo la posibilidad de viajar allí, y a través de su lente obtuvo imágenes que parecen extraídas de una novela de ciencia ficción.
«En las Montañas de la Locura», «El Prisionero del Hielo», «La Cosa»… ¿qué tienen en común más allá de pertenecer al género de horror? La respuesta es obvia: Esos tres trabajos ubican a sus personajes principales en la Antártida. Tierra remota y misteriosa por excelencia, la Antártida es ideal para que allí puedan estirar las piernas dioses primordiales y extraterrestres, sembrando caos y desesperación entre los pobres humanos que se cruzan con ellos. En la vida real, la Antártida es tan mortífera como cualquier criatura extraña (o aún más), pero también tiene espacio para una exótica y casi increíble belleza. Si no me crees, sólo tienes que ver esta imagen:
El fotógrafo Christopher Michel viajó recientemente al continente y realizó este disparo a menos de un kilómetro del Polo Sur, acompañado por la gente de la compañía Antarctic Logistics and Expeditions (si quieres visitar la Antártida, lo más probable es que debas contactarte con ellos). Lo que sucede en el cielo es conocido como parhelio, un efecto óptico provocado por una alta cantidad de partículas de hielo en el aire. Dependiendo de la forma en la que floten esas partículas podemos apreciar dos «mini soles» ubicados a cada lado del Sol, y un halo a su alrededor. Técnicamente no es necesario viajar a la Antártida para encontrar un parhelio, e incluso existe una variante nocturna llamada paraselene, causada por la luz lunar.
El fotógrafo decidió adoptar un estilo retro para sus imágenes, y definitivamente fue la decisión correcta. Si quieres ver más de cerca al trabajo de Michel puedes ingresar a su página oficial (enlace más abajo), y por qué no adquirir algunas de sus fotos, con un precio muy razonable.
