Cuando hablamos sobre JavaScript, usualmente nos referimos a qué tan rápido un navegador web para interpretar esta clase de material, pero lo cierto es que JavaScript va mucho más allá de ser una simple medida de velocidad. Con un poco de creatividad, algunos usuarios han demostrado que este lenguaje de scripts es mucho más versátil de lo que se pensaba originalmente, y han hecho algunos experimentos que, si bien tienen una apariencia simple, muestran parte de su potencial oculto.
La lista de experimentos disponible es bastante larga, y cualquiera que visite la página y cuente con un navegador compatible instalado (la página se llama "Chrome Experiments", pero su uso no parece ser obligatorio) puede ver algunas cosas bastante locas realizadas por usuarios con diferentes niveles de conocimiento sobre JavaScript. Algunos están enfocados principalmente en demostraciones de sistemas de física (algunos de ellos bastante elaborados, por cierto), otros han hecho juegos simples y clones del Tetris, mientras que también existen ejemplos "retro" de viejos ordenadores como la Commodore Amiga.
El acceso a los experimentos es lógicamente gratuito, e incluso el sitio posee un sistema de subida para que cualquier interesado pueda publicar allí sus proyectos con JavaScript. Por lo que hemos visto, no es necesario de manera absoluta que los experimentos sean ejecutados bajo Google Chrome. Probamos varios de ellos en Firefox y se ejecutaron sin problemas, pero en algunos hemos notado una diferencia de rendimiento reconocible, ejecutándose de forma más rápida bajo el navegador de Google.
Puede que no sea algo tan perceptible, pero los navegadores están demostrando un potencial cada vez mayor gracias a JavaScript. Hace unos pocos años, lo único que podían hacer era mostrar un poco de HTML, y había que dar las gracias por ello. Ahora, con contenidos más ricos y animaciones más trabajadas, con juegos completos ejecutables desde Internet y herramientas en línea que ponen en apuros a alternativas comerciales, los navegadores son una pieza central del uso cotidiano de cualquier ordenador, sin importar la plataforma que se posea. Mientras sigan acompañados de JavaScript, es probable que sólo la imaginación sea el límite.