El cerebro humano es un órgano con un potencial increíble, más allá de que la ciencia aún no haya logrado determinar sus capacidades completas. Aunque la idea pueda parecer a simple vista riesgosa, un grupo de investigadores habría demostrado que aplicando una estimulación eléctrica al cerebro podría elevarse su rendimiento sobre ejercicios matemáticos durante un tiempo considerable, sin afectar otras funciones y sin provocar daño.
Por más cuidado que podamos tener, siempre hay una oportunidad en la cual la electricidad nos recuerda que está allí, y que demanda respeto constantemente. No tiene que ser necesariamente electricidad de red, ya que un poco de estática acumulada nos hará dar un salto sorpresivo y desagradable. Pero utilizada de forma correcta, la electricidad nos ha brindado beneficios incalculables. La electricidad también ha tenido su grado de presencia en la medicina. Las famosas terapias de choques fueron ampliamente utilizadas en diferentes cuadros psiquiátricos durante el siglo pasado, pero con el avance de las drogas, sólo quedan casos muy específicos y complejos (algunos grados muy avanzados de depresión, por ejemplo) en los que todavía puede utilizarse. Por lo tanto, la idea de darse choques voluntariamente puede no parecer del todo racional, a menos que se padezca alguna limitación.
Un grupo de investigadores en la Universidad de Oxford han desarrollado un método no invasivo de estimulación cerebral conocido como Estimulación de Corriente Directa Transcraneal, a través del cual se aplica una leve corriente eléctrica para aumentar o reducir la actividad neuronal. Existen muchas condiciones médicas en las que un paciente puede perder de forma parcial o total la habilidad para realizar y/o comprender operaciones matemáticas. En las pruebas realizadas, los participantes del estudio tenían una habilidad matemática normal, pero después de recibir estimulación en el lóbulo parietal, la capacidad de estudio de los participantes se incrementó de forma notable, asimilando números y fórmulas que no habían visto antes, y los "efectos" (si es que podemos llamarlos así), se prolongaron durante un período de seis meses.
Ahora, antes de que salgas corriendo hacia el tomacorriente, espera. Una cosa es estimular la velocidad de aprendizaje matemático en una persona sin ningún cuadro especial, y otra completamente distinta es mejorar la capacidad matemática de alguien que ha sufrido alguna clase de trauma cerebral, o que ha sido diagnosticado con discalculia. Si funcionara en estos casos, el avance sería más que significativo. Aquellos que padecen condiciones de comprensión matemática reducida son incapaces de realizar tareas básicas como leer las cantidades de ingredientes en una receta de cocina, o determinar cuánto dinero se tiene en el bolsillo. Todo lo que asista a mejorar la calidad de vida, bienvenido sea.
