Los planes para unir al continente asiático y americano a través del Estrecho de Bering nos han acompañado durante décadas, pero los desafíos políticos y económicos son mucho más difíciles de resolver que los técnicos. Recientemente se ha reportado que un grupo de expertos en China discute la posibilidad de un tren intercontinental de alta velocidad que conecte China, Rusia, Canadá y Estados Unidos. ¿Será posible?
El “Enlace Mundial TKM”, también llamado Enlace Intercontinental, es un proyecto aprobado por el gobierno ruso, que busca crear una conexión de seis mil kilómetros entre Siberia y Alaska, uniendo de forma efectiva a los dos continentes a través del Estrecho de Bering. El costo estimado asciende a 65 mil millones de dólares, un presupuesto que parece estar al alcance de las grandes potencias, e incluye un túnel submarino de 103 kilómetros. La idea de mover pasajeros por ese enlace es atractiva, pero es mejor aún si se considera un potencial comercial más amplio, trasladando gas, petróleo, electricidad, y otros bienes. Claro que, la relación entre Rusia y Estados Unidos es bastante pobre actualmente, pero eso no anula la posibilidad de que aparezcan nuevas iniciativas. Lo más reciente en estos días no es precisamente ruso, sino chino. Y el primer paso, sería un tren intercontinental.
Si obedecemos a un artículo publicado en el Beijing Times, el gobierno está considerando la creación de una vía que una China, Rusia, Canadá y Estados Unidos. De acuerdo al experto ferroviario Wang Mengshu, las discusiones ya se están llevando a cabo. En total, la vía tendría 13 mil kilómetros de longitud, casi cuatro mil kilómetros más que el Ferrocarril Trans-Siberiano. La diferencia más importante en el plan chino es que se trata de una ruta de alta velocidad. A un promedio de 350 kilómetros por hora, una persona sólo necesitaría de dos días para ir de China a Estados Unidos.
Como era de esperarse, son más las dudas que las certezas. Ningún otro experto local salió a respaldar las declaraciones de Wang Mengshu, quien hasta ahora ha rechazado todas las peticiones para una entrevista. Tampoco se confirmó si China ha mantenido contacto con Rusia, Canadá o Estados Unidos en relación al proyecto. Este cruce en especial demandaría un túnel submarino de 200 kilómetros, lo que representa un impresionante desafío de ingeniería. Otra publicación administrada por el estado, el China Daily, asegura que la tecnología para crear el túnel ya está disponible, y que el proyecto será financiado por China. Sería un ejemplo a escala mundial si estos cuatro países dejaran a un lado sus diferencias con el objetivo de desarrollar semejante vía. Ver para creer.
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