No, no se trata de ninguna clase de ejecución ni tampoco de que los internautas posean alguna clase de fetiche con los tomacorrientes. Se trata de un anuncio que ha hecho el Ministerio de Salud de China en relación con el tratamiento de desórdenes causados por la adicción a Internet. En una región del país se han estado utilizado un método radical para curar esta adicción como es la aplicación de electro-choques a los pacientes, pero la publicación oficial del ministerio ha prohibido de forma tajante esta práctica, por ser inadecuada para dicha condición clínica.
China es el país con mayor cantidad de habitantes en el mundo, no solamente en el físico, sino que también en el virtual. Aproximadamente trescientos millones de chinos tienen alguna clase de acceso a Internet, por lo que su presencia en la misma es más que notoria. Sin embargo, el tiempo que algunos de estos usuarios pasan conectados a la red de redes se convierte en algo excesivo,dano paso a la llamada "adicción a Internet". El gobierno chino, además de limitar y censurar la red de diferentes formas, ha llevado a cabo amplias campañas contra esta nueva forma de adicción digital entre los jóvenes, remarcando complicaciones como daños a la vida familiar y graves complicaciones en los estudios.
Esta adicción tomó otro matiz a partir de que un psiquiatra de la ciudad de Linyi en la provincia de Shandong (ubicada al este del país) aplicó diferentes niveles de corrientes eléctricas a casi tres mil adolescentes adictos a la red. De acuerdo a la publicación oficial del ministerio, la utilización de terapia de electro-choques en casos de adicción a Internet no cuenta con ninguna evidencia o investigación oficial que compruebe su eficiencia, por lo que se ha decidido prohibirla por completo. El psquiatra en cuestión, un tal "doctor" Yang Yongxin , aplicaba dichos choques en una especie de pseudo-campo militar en donde los jóvenes adictos eran internados sin ninguna clase de contacto con el exterior. Además de los choques, también ha administrado drogas psicotrópicas a los jóvenes, todo por una suma de 5500 yuans mensuales, algo así como €577.
Al mismo tiempo, se ha publicado que ni Yang Yongxin ni sus colegas en el campo son personas calificadas para administrar tratamiento alguno, lo que acentúa la gravedad de la situación. En el país asiático existen aproximadamente doscientas organizaciones autorizadas para combatir desórdenes provocados por la adicción a Internet. Se cree que una de las razones principales para la existencia de la adicción es la constante presión sobre los adolescentes por parte de sus padres quienes esperan demasiado de ellos, provocando que vean a Internet como la ruta de escape ideal.