Con las potencias espaciales “tradicionales” (EE.UU. y Rusia) prácticamente fuera de competencia, la Agencia Espacial China se perfila como su sucesora. Hace unas horas han presentado el “Libro Blanco sobre las actividades espaciales de 2011”, en el que se destacan logros recientes y presenten los objetivos inmediatos que se ha fijado esa nación. Allí se destacan los planes de enviar primero un vehículo no tripulado a la Luna, con el objetivo de recorrer su superficie y recoger muestras del suelo antes de 2015, y de enviar astronautas más o menos en 2020. Como si esto fuese poco, China también ha expresado sus intenciones de explorar “planetas, asteroides y la superficie solar”. ¿Comienza la “era espacial China”?
El Gobierno de China ha presentado su “Libro Blanco sobre las actividades espaciales de 2011”, que además de ser un corolario de los logros que su agencia espacial a conseguido en los últimos tiempos, expresa las metas que esa nación se ha propuesto para los próximos años. En el apartado referido al Plan Quinquenal 2011-15 se destaca la importancia que tiene para China el programa lunar. En efecto, se tata de una de las ramas más importantes de la investigación espacial china y junto a los vuelos tripulados y los planes de establecer una estación permanente en la órbita terrestre serán el eje sobre el que se apoyará la carrera espacial de ese país. En los próximos cinco años esta nación, que ya ha colocado con éxito más de una sonda espacial en la órbita lunar, se concentrará en el desarrollo de una tecnología de alunizaje suave que permita primero enviar un robot a recorrer la superficie lunar y, algo después, astronautas a nuestro satélite.
Los planes chinos suponen que, en menos de cinco años, serán capaces de enviar un robot a la superficie lunar, sobre la que se posará suavemente. Luego, la sonda recorrerá su superficie recogiendo muestras del suelo y rocas que serán devueltas a la Tierra cuando el vehículo despegue nuevamente desde la superficie lunar. Este objetivo requiere del desarrollo de una tecnología de “alunizaje suave” que permita sobrevivir al robot, ya que si bien la agencia espacial de ese país ha “alunizado” vehículos antes, lo han hecho con la suficiente velocidad como para resultar pulverizados por el impacto. Según puede leerse en el citado libro, este objetivo sería alcanzado antes de 2015. Pero lo interesante del caso es que este logro sería solamente una etapa dentro de un plan más ambicioso, que incluye el envío de humanos a la Luna aproximadamente en 2020. De tener éxito, China se convertiría en la segunda nación en conseguir semejante cosa, y la primera en hacerlo en los últimos cincuenta años, ya que desde que los EE.UU. cancelaron su proyecto Apolo, nunca más se envió un astronauta a nuestro satélite.
Pero China está planificando a más largo plazo, y parece la Luna será solo una etapa en su carrera espacial. Luego de conseguir los mencionados objetivos, se concentrarán en visitar “planetas, asteroides y la superficie solar”. También se mencionan los agujeros negros en este comunicado, aunque -obviamente- ni siquiera existe una fecha estimada para semejante viaje de exploración. Pero volviendo al mediano plazo, China espera llevar adelante experimentos relacionados con la microgravedad y la vida en el espacio, además de promover la cooperación internacional en el estudio del cosmos. De esta manera, China se encargaría de tomar la posta que países como los EE.UU. y Rusia parecen haberle entregado en la última década. Dado que el gobierno estadounidense ha expresado su “preocupación” ante estos planes, asumiendo que parte de esos proyectos tienen como objetivo que China consiga alguna clase de ventaja militar, Hong Lei -portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de ese país- ha asegurado que “China siempre ha expresado que su objetivo es hacer un uso pacífico del espacio, y busca cooperar internacionalmente en este campo”. Como sea, y aunque China aún se encuentra en una fase inicial de su desarrollo espacial (según los expertos, comparable a la que los EE.UU. o la Unión Soviética tenían en los años 60), el empuje que han demostrado en otros ámbitos de la ciencia o la economía permiten suponer que en 10 o 12 años serán líderes en la conquista del espacio.