El mundo entero se ha arrodillado frente a la nueva miniserie de HBO, «Chernóbil». El drama, la crisis política, las mentiras, el proceso de limpieza y las vidas perdidas, todo eso se concentró en una sustancia casi perfecta que la gente no para de recomendar y analizar. Hoy vamos a compartir dos comparaciones entre el trabajo de ficción, y lo sucedido en la vida real. La primera se basa en el reciente vídeo de Thomas Flight, y la segunda en una impresionante galería.
Contradicciones, acusaciones, reportes falsos. El desastre de Chernóbil fue mucho más que un accidente nuclear. El 26 de abril de 1986 recibimos una prueba contundente de que las mentiras, la negligencia y la falta de responsabilidad política se cobran vidas humanas. La serie «Chernóbil» de HBO no hizo más que colocar esto al centro y al frente, reavivando el interés del público no sólo por ese desastre, sino también por otros que no se relacionan con la energía nuclear.
Ahora, ¿qué tan bueno fue el trabajo de los productores, directores y escritores de Chernóbil? A juzgar por estas comparaciones, casi perfecto. La dos libertades creativas más relevantes son un cambio en el tiempo (todo sucede un poco más rápido), y el personaje de Ulana Khomyuk (a cargo de Emily Watson), basado en varios científicos. El resto, bueno… observa.
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