Docentes y expertos en educación de todo el mundo han expresado su preocupación por el «potencial para hacer trampa» que posee ChatGPT. Algunas instituciones decidieron bloquear el acceso al chatbot, pero el genio ya se escapó de la lámpara, y las herramientas basadas en ChatGPT siguen multiplicándose. Uno de los últimos ejemplos es ChatPDF, que nos permite «hablar» con un libro o texto, hacer preguntas, obtener un resumen, comparar detalles, y mucho más.
Debo confesar que odié cada libro que me obligaron a leer en la secundaria, sin excepción. Ese sentimiento era compartido por muchos alumnos de diferentes cursos, y algunos llegaban al extremo de comprar un resumen para evitar la lectura. Hoy encontramos plataformas completamente dedicadas a proveer esos… servicios, pero con la entrada de ChatGPT al campo de batalla, es probable que sus días estén contados.
Como si eso fuera poco, usuarios y desarrolladores por igual están encontrando diferentes maneras de doblar las reglas del chatbot y hacer cosas increíbles. Previamente hemos visto cómo conectarlo a la Web y mantener una conversación usando el micrófono, sin embargo, hoy es el turno de ChatPDF. Tal y como lo sugiere su nombre, ChatPDF nos permite cargar un documento en formato PDF, y desde cierto punto de vista, «hablar» con él.
Cómo «hablar» con tus libros y documentos usando ChatPDF
Debido a la alta demanda, ChatPDF tiene un techo artificial de 200 páginas, más que suficiente para estudiar de cerca todo tipo de documentos, ensayos, contratos, papers, y libros cortos (si quieres más, puedes usar tu propia llave). ChatPDF analiza el PDF para crear un índice semántico, y el resto del trabajo pesado queda a cargo del API de ChatGPT.
Una de las principales limitaciones de ChatPDF es su imposibilidad de entender imágenes, por lo tanto, no podrá responder correctamente las preguntas que dependan de su contenido. Otro detalle se enfoca en la privacidad: Todos los documentos permanecerán guardados en el servidor de ChatPDF por siete días antes de su eliminación automática.
Para finalizar, la misma advertencia de siempre: ChatPDF no es perfecto. Nuestra prueba inspirada en «La Última Pregunta» de Isaac Asimov comenzó con el pie derecho, pero no tardó demasiado en inventar algunos nombres y olvidar otros. ¡No dudes en probarlo!
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