Posiblemente, la repercusión de la competencia del domingo pasado haya influido en este artículo. Turing mola. Mola tanto que estuvimos investigando y encontramos un pequeño widget llamado Chatbot. El mismo, sin ser una maravilla y a sabiendas de que difícilmente pueda engañar a nadie, utiliza un concepto bastante novedoso y que merece análisis: fuerza bruta. Bruto es, de eso no quedan dudas.
No tiene una interfaz bonita que le ayude a conquistar el público, ni efectos de sonido capaces de ponerte los pelos de punta. Pero, sin embargo, logró enganchar nuestra atención por un rato. Se trata de un “bot”, una clase de software diseñado para hacerse pasar por un humano, que se encuentra “dentro” de una sala de chat.
A diferencia de otros congéneres artificiales, Chatbot se apoya en la fuerza bruta. Mientras que la mayoría de las inteligencias artificiales son, obviamente, un intento de emular el comportamiento de una mente viva, en este caso el programa es poco más que una enorme base de datos y dos botones: ”Rechazo” o “Informo”.
A medida que uno va intercambiando mensajes con Chatbot, también le va indicando si las respuestas son aceptables (segundo botón, por favor) o si son una verdadera calamidad (primer botón, ¡sin remordimientos, que es una maquina!). La idea detrás de este mecanismo es que, si miles (o millones) de participantes “conversan” responsablemente con el robot, tarde o temprano tendrá una respuesta adecuada para cada situación. De allí lo de “fuerza bruta” (¿qué creías?)
Por lo pronto, le vemos dos pegas (ambas solucionables). En primer lugar, está en inglés. Y, para muchos de nosotros esa es una barrera importante. En segundo lugar, parece que, o la base de datos aun es pequeña, o su “fuerza” es más bruta de lo que debería, porque a muchas frases simples responde con cosas de lo más extrañas.
Nuestra recomendación es que si disfrutas con estas cosas, y tienes un rato de tiempo libre, te des una vuelta por Chatbot.com y veas qué tan bueno puede ser este robot para mantener una conversación (a la vez que ayudas a refinar sus respuestas y llenas su base de datos). Recuerda: no intentes obtener una cita con él, solo conversar un rato. Al fin y al cabo, solo es un montón de ceros y unos.