Mucha gente escucha la palabra “odontólogo” y ya comienza a sentir dolor. A pesar de que los métodos y herramientas disponibles en la actualidad prácticamente garantizan que el paciente odontológico no sentirá dolor cuando se encuentre en el sillón del consultorio, lo cierto es que no siempre las cosas resultan de esa manera. Ahora, un equipo de la Universidad de Missouri-Columbia han puesto a punto un cepillo de plasma que podría servir para reemplazar buena parte de las dolorosas perforaciones que se deben realizar previo a aplicar el empaste utilizado para reparar una carie.
Uno de los sonidos más molestos que podemos imaginar es el zumbido producido por las herramientas rotativas de alta velocidad que utilizan los odontólogos. Cuando un paciente presenta alguna carie en su dentadura, el profesional procede a remover el tejido dañado con el torno, para luego rellenar el hueco con un empaste. Este sistema funciona bastante bien, y cientos de millones de personas poseen este tipo de reparaciones en sus dentaduras. Sin embargo, se trata de un procedimiento que no está exento de dolor y que debe ser renovado periódicamente, sometiendo al paciente a otra “sesión de tortura” en el sillón de su odontólogo favorito. Bromas aparte, y a pesar de que actualmente tanto los anestésicos como las herramientas utilizadas en estos casos han avanzado lo suficiente como para que una visita al odontólogo sea prácticamente un paseo, cualquier adelanto en este campo es bienvenido. Ahora, un equipo de la Universidad de Missouri-Columbia han desarrollado un dispositivo al que se refieren como “cepillo de plasma” que aseguran podría servir para reemplazar buena parte de las dolorosas perforaciones que se deben realizar previo a aplicar el empaste utilizado para reparar una carie.
El aparato, que no se basa en calor sino en una reacción química que se produce a baja temperatura, sirve también para desinfectar y preparar las caries para el empaste. En un procedimiento realizado mediante las técnicas tradicionales, el dentista comienza perforando en el área afectada para remover el tejido dañado, y luego rellena el hueco con un empaste para restaurar la forma original del diente. Ese proceso de remoción es el que produce la vibración y sonido que resulta tan incómodo para la mayoría de los pacientes. “El desarrollo del cepillo de plasma podría proporcionar un reemplazo a las dolorosas y destructivas reparaciones que suelen ser habituales en la práctica dental actual“, dice el profesor adjunto de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial de la Universidad de Missouri-Columbia Hao Li.”Uno de los principales problemas en el campo de la odontología es que algunas cavidades, luego de ser rellenadas, tienen una vida útil de sólo 5 a 7 años,” explica Andre Ritts, científico senior de Nanova Inc. “Así que intentaremos utilizar el cepillo de plasma para modificar la superficie del diente, de forma que el material de relleno se adhiera mejor a la superficie orgánica. Si mejoramos la adhesión, necesitaremos crear huecos más pequeños y conseguiremos vínculos más fuertes con el diente, por lo que seguramente aumentará la vida útil de estas restauraciones”, agrega. Nanova Inc a colaborado en el desarrollo de este proyecto.
El nuevo cepillo elimina completamente el calor y las vibraciones que causan dolor y molestias durante las reparaciones. “Los nuevos tratamientos mediante el cepillo de plasma no serán dolorosos ni destructivos, además de ayudar a preservar tejido, ya que depende de reacciones químicas en lugar de abrasiones mecánicas y térmicas“, explica Qingsong Yu, profesor adjunto de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial de la misma universidad. Y agrega: “La adhesión química que proporciona el tratamiento de plasma entre el tejido dental y el empaste es mucho más fuerte que las conseguidas mediante las técnicas de perforación y láser“. Los científicos a cargo de este proyecto han solicitado la patente correspondiente en los EE.UU., lo que permite suponer que dentro de no mucho tiempo veremos en los consultorios este tipo de herramientas.