Algunos proveedores de televisión por cable ofrecen a sus clientes convertir sus aparatos en Smart… pero lo cierto es que no necesitamos de una compañía externa para lograr eso. El simple hecho de adquirir un Raspberry Pi, combinarlo con los accesorios correctos y conectarlo al televisor vía HDMI (o RCA si quieres una experiencia retro) es más que suficiente. Hoy compartiremos una guía básica para crear un centro multimedia con Raspberry Pi, e incluye varias recomendaciones en materia de complementos que te serán muy útiles.
El concepto de HTPC no es particularmente nuevo que digamos, pero en estos últimos años nos hemos cruzado con diferentes variantes. Algunos usuarios priorizan el almacenamiento, transformando a sus HTPC en núcleos multimedia cargados de películas y canciones compartidas en una red local. Otros desean multiplicar las opciones de conectividad, configurando diferentes fuentes al mismo tiempo. Y después están quienes desean al sistema más silencioso y compacto posible. Esto puede ser un desafío muy interesante, porque la gran mayoría de los ordenadores utilizan refrigeración activa, y el formato ITX carga con un premium significativo en su precio. Sin embargo, la ecuación de los HTPC voló por el aire gracias a un solo desarrollo: El Raspberry Pi.
Centro multimedia con Raspberry Pi, fácil y barato
Bajo consumo, conectividad inalámbrica, refrigeración pasiva, ruido cero y tamaño ultracompacto. La idea de un centro multimedia con Raspberry Pi marca todas las casillas, ¿pero por dónde empezamos? Afortunadamente, obtener accesorios para Raspberry Pi no es difícil en estos días, y el software es gratuito. El primer componente en nuestra lista, es el más obvio…
Raspberry Pi
No hay centro multimedia sin mini ordenador, por lo tanto, el paso inicial es que compres un Raspberry Pi, a menos que ya tengas uno juntando polvo en un cajón. Desde un punto de vista técnico, cualquier modelo debería servir, pero recomiendo ir directo a la cima de la montaña y buscar el modelo 3 B+, que ofrece un rendimiento superior, WiFi ac, soporte PoE, protocolo Bluetooth actualizado y un consumo energético ligeramente inferior al de su predecesor.
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Almacenamiento
El potencial de cualquier centro multimedia con Raspberry Pi llega a su máximo una vez que configuramos el streaming, pero tarde o temprano vamos a querer guardar música y películas en el mini ordenador. Por cuestiones de compatibilidad sugiero que la tarjeta microSD con el sistema operativo no sea mayor a 32 GB, y si necesitas almacenar más contenido, todo lo que debes hacer es conectar un pendrive en uno de los puertos USB del Raspberry Pi. Entre tarjeta y pendrive, no pasas de los 30 euros.
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Energía, carcasa y refrigeración
Una parte del encanto que posee cualquier centro multimedia con Raspberry Pi está en su ventaja de funcionar 24/7 sin intervención del usuario. Sin embargo, para lograr eso hay que sumar un par de cosas a la configuración. Primero, una buena fuente de alimentación, con 3 amperios o más. Segundo, un kit de refrigeración con disipadores de aluminio y/o cobre que se pegan en el Raspberry Pi. Y tercero, una carcasa. Nuestra guía de carcasas para Raspberry Pi presenta varias opciones, pero hoy nos quedamos con el kit Aukru 3 en 1. Todo lo que nombramos aquí, por apenas 13 euros. Imbatible.
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Un mando a distancia
La configuración inicial del software probablemente demande la intervención del clásico combo teclado/ratón, pero una vez terminada, lo mejor (y lo más cómodo) es instalar un mando a distancia compatible con el Raspberry Pi. Dos alternativas aquí: Por un lado, el mando a distancia Neuftech, con sensor infrarrojo extensible. Por el otro, el teclado inalámbrico Rii Mini i8, que incluye touchpad y teclas QWERTY básicas.
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Un cable HDMI
Ninguna ciencia aquí. Para salir del apuro siempre puedes tomar prestado el cable de otro aparato. Sólo asegúrate de no pagar de más (el cable de AmazonBasics está al límite de lo que yo pagaría) y de que tenga suficiente longitud para tu caso.
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¡Software!
La forma más sencilla de instalar todo el software de reproducción multimedia en el Raspberry Pi es usando NOOBS. Formatea la tarjeta microSD en FAT32, descarga NOOBS de la página oficial, copia el contenido del zip a la tarjeta, conéctala al Raspberry Pi, deja que se inicie y escoge LibreELEC (un entorno dedicado para Kodi) como sistema operativo a instalar. Otro software muy llamativo es OSMC, con una interfaz minimalista y muy fácil de usar. A partir de allí querrás agregar addons a tu nuevo centro multimedia (eso incluye a Netflix). Si decidiste seguir la ruta de LibreELEC/Kodi puedes consultar nuestra guía de repositorios, pero también recomiendo ver este vídeo (en inglés, aunque fácil de seguir):
¡Y eso es todo! Tu centro multimedia con Raspberry Pi está listo. Es más, una vez que lo domines por completo, seguramente pensarás en la posibilidad de cortar el servicio de cable y sumarte a la legión de «cord-cutters». ¡Buena suerte!
RetroPie: Guía de instalación y configuración