El diseño lo es todo. Puedes tener el gadget más completo, el ordenador más moderno o el coche más potente, pero si no es bonito o al menos tiene ese “toque mágico” que le da un buen diseño, seguro que no lo disfrutas a pleno. Pues los científicos marinos parecen haberse también subido a esta ola, creando centros de investigación que parecen sacados de Star Wars.
Se trata de un proyecto para construir un laboratorio de investigación de la vida marina y su hábitat, instalado directamente en el mar. Mas precisamente, a unos 80 o 160 kilómetros de la costa.
Las instalaciones de investigación estarían sumergidas bajo el agua, aunque los científicos involucrados vivirían sobre la superficie del mar. En el proyecto puede verse que cada sección de la estación está compuesta por una especie de toroide o “rosquilla”, que puede subir o bajar deslizándose sobre un soporte vertical. Además, estas futuristas habitaciones podrían abrirse y cerrarse tal como lo hacen los moluscos bivalvos. Cada uno de los toros podría destinarse a un laboratorio, aula, puesto de observación, almacén, oficina o vivienda para los investigadores y sus familias.
Como ocurre con todo hábitat humano, la estación necesitará energía para funcionar. Su creador ha previsto que esta provenga de fuentes renovables y no contaminantes, por lo que la electricidad necesaria para mantener los equipos funcionando sería una mezcla de energía eólica, energía solar y electricidad obtenida de los rayos.
El arquitecto Jason Mellard es el responsable del proyecto. Para construirlo harían falta entre 500 y 1000 millones de dólares. Su aspecto nos recuerda a algunos de los mundos de las películas de la saga Star Wars, y no es casualidad. Mellard reconoce haberse inspirado en ellas al momento de hacer sus bocetos.