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Células Madre: La esperanza de una vida mejor

Investigadores del Hospital de Niños de Boston y de la Universidad Rockefeller han recibido durante 2009 un guiño por parte de la administración Obama para avanzar en los estudios e investigación con células madre embrionarias. Los estudios pendientes por $21 millones no podían comenzar hasta que el Instituto Nacional de Salud (NIH) determinara cuáles de las cientos de cepas ya creadas (a partir de embriones sobrantes de tratamientos de fertilidad) son adecuadas desde el punto de vista ético. Por supuesto que esta aprobación no tardó en llegar y los investigadores ya están utilizándolas en proyectos que incluyen trabajos para poder reparar en el futuro el tejido cardíaco y para hacer crecer nuevas células cerebrales. Conozcamos un poco mejor a George Q. Daley, director del Harvard Medical School del Hospital de Niños de Boston, quien nos acerca un poco de actualidad sobre el tema.

Todos los seres vivos están formados por células y todas las células del organismo tienen exactamente la misma información genética. Sin embargo, no todas se comportan igual y algunas de ellas tienen todavía la capacidad de generar nuevos tejidos y hasta nuevos órganos, como si fueran células de un embrión en gestación. A estas células se las conoce como células madre.

El doctor George Q. Daley, referente internacional en el campo de las investigaciones con células madre, ha logrado importantes avances científicos que figuran en una larga lista de destacadas revistas científicas. En 2003, la revista Science citó a uno de sus trabajos como uno de los “diez grandes avances”. A partir de células madres embrionarias de ratón logró producir precursores de espermatozoides, un avance que permite, entre otras cosas, estudiar aspectos relacionados con la infertilidad. En 2008, la misma publicación científica señaló como “gran avance del año” a una investigación sobre la cual logró producir un tipo de células madre a partir de células adultas de la piel.

George Daley cree que hay muchas personas que esperan que se pueda aprender a hacer gametos funcionales, esto es, espermatozoides u óvulos a partir de células madre. Esto podría darle la esperanza a parejas que son infértiles y que no pueden producir sus propios gametos. Vale recordar que el gameto es una célula germinal madura y funcional que contiene el número haploide (23) de cromosomas de la célula somática. Los gametos provenientes de sexos opuestos (óvulo y espermatozoide) se fusionan para formar el cigoto. Esto es algo que Daley estima que puede suceder pero en largo plazo. Por ahora, estas investigaciones ayudan a responder preguntas sobre cuáles genes contribuyen a la formación y a la función de las células germinales. Esto es un cuestionamiento interesante desde el punto de vista biológico. Se sabe que ciertos genes defectuosos contribuyen a que algunos hombres sean incapaces de producir espermatozoides, así que entendiendo la relación entre genes y la célula, se podrá responder preguntas básicas y también comenzar a comprender estos desórdenes.

Uno de los trabajos destacados que se le conocen a George Daley incluye la utilización de células adultas de piel para convertirlas en células madre en una placa de Petri (caja de cristal o de plástico en la que se dispone un medio de cultivo para hacer crecer bacterias u hongos). Para realizar este experimento, se aplica una pequeña dosis de anestesia local, se realiza una biopsia de la piel tomada (en este caso, un brazo) y agregando determinados genes se pueden convertir células de la piel en un equivalente de lo que serían células madre embrionarias. En algunos aspectos, el empleo de células madre obtenidas por reprogramación evita cierta controversia ya que un amplio sector de la sociedad no ve con buenos ojos el uso de células madre de origen embrionario.

Las líneas investigativas principales del Doctor George Daley se encuentran orientadas en la actualidad, por ejemplo, a estudiar la inmunodeficiencia genética, es decir, cuando un niño nace sin sistema inmunológico y, por lo tanto, sufre constantes infecciones. Otra de las áreas de su interés laboral apunta a las fallas genéticas asociadas con la médula ósea. También tiene espacio y lugar para trabajar sobre enfermedades de la sangre ya que cuando el sistema sanguíneo de un niño falla, se vuelve anémico. Una de estas enfermedades es conocida como talasemia, en la que los glóbulos rojos son deficientes y no poseen la capacidad de llevar oxígeno en cantidades suficientes a través del organismo. Algunos de estos estudios se han ensayado en ratones, reparando los defectos en los genes de las células madre y, una vez completado este ciclo, readministrarlas con fines de reparación. Por supuesto que los resultados han sido interesantes, pero es necesario seguir investigando aún más.

Daley está convencido de que se está aprendiendo mucho acerca de cómo se forman los tejidos, sobre la relación que existe entre los defectos genéticos y los defectos de desarrollo de una persona y estima que estos estudios brindarán profundos conocimientos sobre la biología y las enfermedades. A sabiendas de que este tipo de investigaciones básicas enseñarán a los científicos del mundo a utilizar las células madre como medicina para tratar enfermedades, Daley es muy prudente y humilde afirmando que para eso se necesitará mucho tiempo. Y un claro ejemplo de esto fue el momento en que se logró obtener la secuencia del genoma humano. A partir de allí se comenzó a fabular con las promesas de curar todas las enfermedades genéticas en muy corto tiempo. Sin embargo, nada de esto se ha visto aún. En todo caso, la secuenciación del genoma constituye una plataforma de investigación para toda la biología moderna. Del mismo modo, las células madre también tienen un enorme potencial como punto de partida hacia desarrollos curativos increíbles hasta el día de hoy.

Es una forma de estudiar y pensar la relación entre las células, los tejidos y los órganos. Incluso si no revolucionan el modo en que se tratan las enfermedades en términos de terapia celular, de todas formas será todavía una invalorable y fundamental plataforma de investigación que transformará sin duda alguna a la medicina. De acuerdo a las fuentes, hasta hace poco tiempo existían sólo dos tipos de células madre: las de origen embrionario, que generan un fuerte debate ético y social y, por otro lado, las denominadas adultas que se desarrollan en algunos órganos como la médula ósea, la piel, el hígado y en regiones del sistema nervioso central de una persona adulta.

En teoría, se pueden cultivar células madres en un laboratorio dentro de placas, con los nutrientes que hagan falta y a partir de allí obtener células del páncreas, de los pulmones, de la sangre o del corazón y hasta neuronas u otro tipo de células para tratar enfermedades de diversos tipos. La realidad indica que aún falta bastante tiempo y esfuerzo de instigación para que esta potencial aplicación terapéutica llegue a ser una realidad clínica.

Un nuevo tipo de célula madre conocida como “pluripotente” (célula iPS), capaz de transformarse en 220 tipos diferentes de células del cuerpo humano, es una preocupación para George Daley y otros científicos abocados a la investigación de estas revolucionarias técnicas que podrían, esbozando una metáfora, volver atrás el reloj biológico del organismo. Esta preocupación está sustentada básicamente por los riesgos que exponen a los pacientes a mutaciones o generación de tumores y la cuestión de que si las células iPS son realmente equivalentes a las células madre embrionarias o no. Por lo pronto, la reprogramación de células adultas en células madre pluripotentes inducidas (células iPS) ha sido uno de los descubrimientos más elogiado en la ciencia de células madre a fines de 2009 y, mientras tanto, mentes brillantes como la de George Daley avanzan a paso firme en pos de una mejor calidad de vida de la gente y bregando por un mundo mejor. No dejes de visitar su sitio Web y conocer un poco más sobre este luchador “de” y “por” nuestras vidas.

Escrito por Mario

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