En vida no puedes ir. Ver la Tierra desde el vacío espacial, dicen, es una de las experiencias más asombrosas y conmovedoras. Pero, como seguramente lo sabes ya, una compañía estadounidense ofrece un extraño servicio post-mortem. Por una buena suma, pone en órbita un poquito de tus propias cenizas. Así que mientras tu alma flota tenuemente entre las estrellas, integrándose al conocimiento final, tu viejo y castigado cuerpecillo también trasciende la vida mundana. Finalmente, algunos años o cientos de años más tarde, volverá a la superficie en una brillante estrella fugaz, consumiéndose para siempre.
Celestis es una empresa afiliada a Space Services, Inc., una compañía aeroespacial de Houston, Texas. Entre ambas acumulan casi 30 años de experiencia en vuelos espaciales privados. Su primer lanzamiento data de 1982, y su primer vuelo recordatorio con cenizas humanas de 1997. Incluso ya dieron “sepultura” a restos humanos en la superficie lunar, en 1999.
Fundada por empresarios e investigadores de la tecnología espacial, se hizo conocida por enviar afuera del planeta a celebridades de diversa índole, la mayoría relacionadas con alguna actividad afín a la ciencia aeroespacial (por ejemplo, astronautas) o a la ciencia-ficción (novelistas). El caso más conocido es el del creador, escritor y productor de la serie Star Trek, Gene Roddenberry, uno de los primeros en ser “sepultado en el espacio”, allá por 1991.
El 3 de agosto de 2008, también las cenizas de James Doohan, uno de los actores de la clásica serie de televisión (quien personificaba a Montgomery “Scotty” Scott, el jefe de ingenieros de la nave estelar Enterprise) fueron enviadas al espacio, pero lamentablemente el cohete falló antes de alcanzar la órbita prevista. Por fortuna para Scotty, a dos años de su muerte otra porción de sus cenizas (junto a las de otras 200 personas) habían estado durante cuatro preciosos minutos en una órbita baja, también merced a Celestis (no sin sufrir algún percance al retornar a tierra).
Desde luego, estamos siempre hablando de cenizas mortales. Los vuelos espaciales son demasiado caros para transportar cadáveres completos. Es requisito ser cremado. Es por eso que el buen Scotty pudo hacer dos intentos de alcanzar el espacio más allá de las pantallas de televisión. El resto de sus cenizas fue esparcido en Washington.
Es curioso que exista una compañía funeraria tan singular. Hace años, hubiera sido solamente un relato en alguna colección de ciencia-ficción; lo mismo que hoy es típico imaginar sepulturas virtuales, donde uno pueda visitar a sus seres queridos y hablar de los viejos tiempos. Aunque esto último todavía no existe, las sepulturas espaciales ya son un hecho.
Ahora bien, ¿cuánto dinero se necesita para acceder a este servicio?
No cualquiera puede permitirse afrontar el costo de un viaje espacial. Celestis, en su página oficial, ofrece varios servicios por precios… bien, ¡se podría decir que son precios astronómicos! Las dos maneras más “simples” de cumplir el sueño de nuestro ser amado de alcanzar las estrellas, consisten en comprar un cápsula o un módulo. En la primera se puede enviar un gramo (1 gr.) de los restos, mientras que en el segundo se almacenan siete gramos; esto para una sola persona, por US$2495, equivalentes a unos €1700 (a agosto de 2008). Tanto la cápsula como el módulo, apodados “Gemini”, pueden albergar las cenizas de dos personas; es decir dos gramos por US$3745 (€2491) o catorce gramos por US$7485 (€4980). Se puede combinar opciones; por ejemplo, enviar un Gemini con 14 gramos de un solo ser querido.
Por esas cifras, Celestis pone las cenizas del fallecido en órbita, ofrece brindis y ceremonias en memoria de los difuntos antes del despegue, recorridos guiados por las instalaciones y un recordatorio en línea que incluye biografía de los participantes (500 palabras de Word, una foto). También se incluyen certificados post-lanzamiento y un DVD con datos y vídeos.
Existe además un servicio preferencial, más oneroso, cuyos beneficios son informados personalmente a los deudos. Cualquier otro gasto, por ejemplo los derivados del viaje a la zona de lanzamiento y hospedaje, corren por exclusiva cuenta de los contratantes del servicio. Las cápsulas (del tamaño de una moneda) y los módulos Gémini (del tamaño de un lápiz labial) son entonces asegurados al cohete. Es importante comprar el servicio con meses, y hasta con años de anticipación; una exigencia elemental de la compañía.
El tiempo en que los restos permanecen en órbita depende de una serie de factores, entre los que se cuentan distancia, trayectoria y condiciones estructurales. Ese lapso puede variar entre dos años y 270 años, aproximadamente. Los deudos se enteran del tiempo de permanencia luego del lanzamiento y cuando la cápsula funeraria se encuentra estabilizada en la elíptica. Eventualmente, reingresará a la atmósfera terrestre y la fricción la convertirá, de acuerdo con Celestis, en una estrella fugaz que será “un tributo final” a la memoria de los “pasajeros”.
En todo momento, los familiares pueden ver una representación de la Tierra como se vería desde la trayectoria de las naves, ingresando a este sistema de seguimiento satelital. Hay que buscar en la lista los satélites CELESTIS-02 o CELESTIS-03, que con las actuales misiones en órbita geoestacionaria. La próxima misión orbital programada por Celestis será en noviembre-diciembre de 2009, y el lanzamiento ocurrirá desde La Florida.
¿Qué pasa si el cohete falla en abandonar la estratósfera? Ya ha ocurrido. Celestis ofrece reenviar sin cargo otro poco de cenizas en el siguiente vuelo programado. Los familiares se tendrán que contentar con este seguro y esperar pacientemente. Las misiones ocurren cada varios meses, por lo general una sola vez al año.
Celestis ofrece servicios más económicos. Quizás no podamos colocar a nuestros muertos en órbita de la Tierra, pero sí llevar sus cenizas mortales a un viaje fuera de la estratósfera, para que experimenten un ambiente de gravedad cero. El cohete alcanza una altura de varios kilómetros (70 millas) y cae a la superficie en unos pocos minutos. Celestis entonces se encarga de recuperar las cápsulas y devolverlas a las familiares. En estos casos, la cápsula de 1 gramo cuesta unos €462, y el módulo de 2 gramos €1945, aproximadamente. Enviar 7 gramos cuesta €924; y 14 gramos €1386, aproximadamente.
El servicio de sepultura espacial, esta vez en nuestro satélite natural, la luna, es un tema que alguna vez abordamos en Neoteo. Celestis, en un acuerdo con otras dos firmas, Odyssey Moon Limited y Astrobotic Technology, Inc., esperan enviar restos mortales (también, obviamente, en forma de cenizas) a la luna en muy poco tiempo. La fecha prevista es en 2010, y hay planes para colocar cápsulas en la órbita lunar tanto como en su superficie. En estos casos, los precios son de €6608 (1 gramo), €9960 (Gemini de 2 gramos), €13283 (7 gramos) y €19925 (Gemini de 14 gramos). Los servicios preferenciales van de €9960 a €29880.
No será en 2010, sin embargo, que Celestis transporte restos mortales por vez primera a la superficie lunar. En verdad ya lo hizo en enero de 1998, a pedido de la NASA y como parte de la misión Lunar Prospector. El módulo llamado Luna Flight 01 impactó sobre la superficie del satélite, dentro de un cráter en sombras cercano al polo sur, creando “un monumento permanente” al Dr. Eugene Shoemaker, uno de los fundadores de la ciencia planetaria.
Y finalmente, yendo más allá de lo que el hombre nunca ha llegado, como diría Roddenberry, Celestis se propone lanzar en 2011 una misión funeraria bautizada como “Voyager Service” con rumbo al espacio profundo. Las cápsulas y módulos con cenizas humanas abandonarán el Sistema Tierra-Luna, afrontando peligrosas temperaturas y violentas tormentas solares. Todo desde €8300 a €24900. ¡Hay que reservar un lugar con tiempo! Y, en caso de querer ir uno mismo, morirse convenientemente en fecha.
En España, el representante oficial de Celestis es la compañía INFINIT, dedicada a hacer posible “el traslado, depósito o proyección de cenizas mortales en cualquier parte del mundo.”