Nueva tecnología aplicada a la generación de energía solar permite obtener el mismo rendimiento con solo el 10% del costo. ¿El secreto? Clorofila sintéticaEn el Centro Universitario de Investigación sobre Nanomateriales de Nueva Zelanda están eufóricos. El Dr. Wayne Campbell y otros investigadores han desarrollado una tinta orgánica capaz de transformar la luz en energía.
Estas tintas sintéticas son compuestos orgánicos muy simples, emparentados con la clorofila. La clorofila natural es utilizada por los vegetales verdes para transformar la luz en energía por medio de la fotosíntesis. Los investigadores también trabajaron sobre una tinta de color rojo, basada en la hemoglobina, que esta presente en la sangre.
Campbell dice que un rectángulo de 10×10 centímetros de color verde alcanza a generar la energía necesaria para mover un pequeño ventilador aún con pobres condiciones de iluminación, lo que lo hace ideal para zonas con climas predominantemente nubosos. Y lo mejor de todo es que esta tintura puede ser incorporada a los vidrios de las ventanas, para que se transformen en verdaderos paneles solares.
“La energía solar verde es más amigable con el ambiente que la basada en el silicio, ya que estas están utilizan dióxido de titanio. Este material es completamente reciclable y no toxico”, agrega Campbell. El dióxido de titanio es utilizado por la industria de los cosméticos y para elaborar pinturas, lo que lo hace fácil de conseguir.
El silicio, a pesar de ser un material muy abundante, requiere de enormes cantidades de agua y energía para ser refinado, lo que lo hace caro. Los investigadores suponen que las nuevas celdas basadas en compuestos orgánicos tengan en el mercado un precio diez veces menor que sus equivalentes de silicio.