Las pantallas de los teléfonos móviles se hacen más grande cada año. Ahora, las que incorporan tecnología OLED podrían emplear esa gran superficie para alojar un sistema de generación de energía eléctrica a partir de la luz que recibe. Lo novedoso del enfoque propuesto por los investigadores de la Universidad de Cambrigde y la empresa Ignis Innovation es que además de producir electricidad a partir de la luz solar lo hace aprovechando la propia luz emitida por la pantalla.
Los teléfonos móviles, dispositivos que han integrado semejante cantidad de funciones adicionales a las relacionadas con la telefonía propiamente dicha, se han convertido en un elemento prácticamente indispensable. En muchos países el número de móviles supera al número de habitantes, lo que da una idea del grado de penetración que han conseguido estos artilugios. Muchas de esas funciones que han ido incorporando requieren de pantallas más grande, por lo que un móvil fabricado recientemente tiene una pantalla con entre 10 y 50 veces más superficie que uno construido hace 10 años. Esa pantalla le permite al usuario interactuar con su teléfono de una forma más cómoda, similar a como lo hace con un ordenador o tableta, pero también consume buena parte de la energía eléctrica total del dispositivo.
Afortunadamente, un grupo de investigadores de la Universidad de Cambrigde y la empresa Ignis Innovation han conseguido convertir esta aparente desventaja (desde el punto de vista del consumo eléctrico) en una fortaleza, aprovechando la gran superficie de las pantallas OLED modernas para instalar sobre ellas un sistema de generación de energía eléctrica fotovoltaico. Ya hemos visto antes células solares transparentes, pero en este caso, lo novedoso es que el sistema propuesto además de recoger fotones provenientes de la luz solar, aprovecha la propia luz de la pantalla. A lo largo del proyecto los científicos determinaron que hasta el 64% de la luz generada por una pantalla OLED “escapa” por los bordes de la misma, no siendo utilizada para la visualización de la imagen que se está mostrando. Lo que hicieron fue colocar una membrana compuesta por un delgado film de silicio amorfo hidrogenado que genera electricidad y la envía a un súper capacitor, desde donde es transferida a la batería. Este componente es necesario para no dañar la batería del móvil con las fluctuaciones del nivel de tensión que genera la membrana fotovoltaico en diferentes condiciones de iluminación.
Según han explicado, el sistema alcanza una eficiencia promedio cercana al 11%, con picos de hasta el 18%. El sistema fotovoltaico utilizado es insuficiente para convertir el móvil en un dispositivo autónomo, por lo que todavía será necesario conectarlo un cargado de pared periódicamente para recargar sus baterías. Lo que se intenta aquí es que el tiempo que transcurre entre una recarga y la siguiente sea el mayor posible, a la vez que se aprovecha parte de la energía que actualmente se desperdicia, algo que todos seguramente valoramos enormemente. La gran incógnita es si el coste, peso y tamaño que este invento agregue al móvil será aceptado por los usuarios y adoptado por los fabricantes como una parte más de los móviles que desarrollarán en el futuro.
perfecto esto si empieza a ser el futuro asi es ahora empezaran a vender moviles semi autosuficientes pero en el futuro ya astaran tan avanzados que seran autonomos completamente . yo tengo un modelo de sagem desde hace años que nunca lo he recargado por el metodo tradicional es fotovoltaico y autonomo tambien es verdad que solo lo uso para emergencias puesto que si se hace mucho uso o es suficiente la energia solar pero para emergecias sobra y como digo nunca lo he tenido que recargar en dos años y siempre esta funcionando .es el puma phone de sagem.muy barato y desconocido en españa ademas lleva un sistema operativo propietario de linux. una especie de android.
Es muy interesante, sobre todo por la regeneración de la energía, saludos !