Pasó a 3.4 millones de kilómetros de la Tierra. Parece un número enorme, pero en términos astronómicos no lo es tanto: solo es 9 veces la distancia Tierra-Luna.El asteroide, de unos dos kilómetros de diámetro, pasó por la orbita de la tierra el sábado 31 de marzo a las 7 A.M. (hora GMT). En caso de haber chocado con nuestro planeta, nos hubiese obsequiado con un hermoso cráter del tamaño de Londres, y la onda de choque hubiera devastado una superficie equivalente a la de Europa. Por supuesto, el resto del mundo quedaría cubierto de polvo durante varios años, provocando un “invierno nuclear” del que difícilmente saldríamos indemnes.
La energía del impacto seria equivalente a 65.000 veces la bomba arrojada sobre Hiroshima. Si cayera sobre el océano, se generaría un tsunami con olas de 250 metros de altura.
El tamaño del VV2 2006, tal el nombre de esta roca especial, permitió que pudiese ser observado por muchos astrónomos aficionados, sobre todo desde América, ya que su trayectoria paso sobre el sur de California (EE.UU.). Pero además, también se pudo ver “a ojo”, siendo el primer asteroide que puede observarse de esa manera.
Jay Tate, del proyecto británico Spaceguard declare que “los asteroides son un peligro muy real. Necesitamos encontrarlos y seguir sus trayectorias. No olvidemos que los dinosaurios se extinguieron por un impacto de este tipo, y podemos ser los próximos.”
Si bien el sentido común parece estar del lado de Tate, algunos gobiernos parecen no estar de acuerdo con esto, ya que, por ejemplo, la NASA se quejo de no tener presupuesto suficiente para realizar el seguimiento de estos asteroides.