Hay una realidad muy triste que enfrentan los miles de migrantes indocumentados que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México. Un camino lleno de peligros en busca de un futuro mejor, que muchas personas pudieron experimentar a través de Carne y arena, una instalación virtual donde se ponen en el rol de un refugiado en su intento por cruzar la frontera.
Durante el Festival de Cine de Cannes 2017 el cineasta mexicano Alejandro González Iñarritu (Birdman, The Revenant) presentó Carne y arena, una instalación virtual que permite experimentar a las personas la dura vida de un refugiado en su intento por cruzar la frontera. La experiencia dura siete minutos y coloca al espectador entre un grupo de inmigrantes que son guiados por un Coyote, los traficantes de personas que actúan entre la frontera de Estados Unidos con México, hasta que son detenidos por la patrulla fronteriza. La historia está basada en entrevistas que Iñárritu hizo con refugiados mexicanos y centroamericanos sobre sus historias de vida.
“Virtualmente presente, físicamente invisible” es el subtítulo de Alejandro para Carne y arena, que describe cómo la realidad virtual cambia la naturaleza de la audiencia. Esta experiencia individual y dinámica ha recibido una respuesta abrumadoramente positiva desde su estreno en el Festival de Cannes y continuó recibiendo popularidad y aclamación al ser exhibida en el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, donde obtuvo una gran atención internacional por su carácter altamente innovador y su fuerte mensaje político. La obra virtual también estuvo presente en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco en la Ciudad de México, donde fue visitada por más de doce mil personas durante 285 días hasta su cierre el pasado miércoles. Carne y arena fue creado por Alejandro G. Iñárritu y el director de fotografía Emmanuel Lubezki junto con la colaboración de la productora Mary Parent, Legendary Entertainment e ILMxLAB.