La primera vez que nos cruzamos con Cameyo fue… seis años atrás aproximadamente, pero su función principal sigue siendo la misma: Probar aplicaciones sin instalarlas, con ayuda de la virtualización. Sin embargo, ahora es mucho más que eso. Cameyo ha incorporado funciones de almacenamiento en la nube y ejecución de apps sobre entornos HTML5, por lo tanto, cualquier interesado puede cargar sus propios programas a los servidores de Cameyo y abrirlos con un navegador compatible.
Las aplicaciones portátiles son muy valiosas. Además de habilitar su traslado de un ordenador a otro sin consecuencias, estas piezas de software tienen un perfil más «limpio» en comparación con sus equivalentes que requieren de una instalación tradicional. Tarde o temprano, todo usuario debe conocer el lado oscuro de las instalaciones incompletas con archivos huérfanos y cadenas perdidas en el registro de Windows, lo que a su vez perjudica el rendimiento del sistema operativo a largo plazo. Por supuesto, usar aplicaciones portátiles no es algo obligatorio, pero en más de una ocasión nos gustaría llevar en un pendrive a ciertos programas que en circunstancias normales quedan anclados a un ordenador. Una opción para cortar la cadena, es Cameyo.
Cameyo es una plataforma que nos ayuda a virtualizar aplicaciones individuales. El procedimiento estándar recomienda que descarguemos una copia de Cameyo para añadirla a un entorno virtual, y en su interior instalar a la aplicación que deseamos ver convertida en portátil. Cameo se encarga de capturar todos los archivos relevantes, al igual que cualquier cadena de registro, y luego procesa ese contenido para su transformación en un archivo único de extensión .exe sin dependencias externas. Cameyo también ofrece un capturador en línea, pero si la prioridad es la compatibilidad, su propia guía de usuario sugiere el modo virtual (en lo posible, sobre Windows XP SP3 de 32 bits).
Finalmente, Cameyo cuenta con una importante presencia en la nube. Desarrolladores, educadores y compañías pueden usar su infraestructura para distribuir aplicaciones de forma sencilla, o expandir su alcance con una ejecución en entornos HTML5, o sea, navegadores como Chrome y Firefox. Al mismo tiempo, eso permite que otros sistemas operativos accedan a programas de Windows (por ejemplo, Chrome OS). Sin embargo, la descarga del software oficial es más que suficiente para virtualizar aplicaciones locales, y llevarlas a todas partes.