En su espectro, la fotografía tiene, como mercado, una gran gama de propuestas para todos los públicos, pero en términos de generalidad, las opciones se reducen a dos:cámaras amateurs o profesionales. Las mirrorless o sin espejo son las nuevas cámaras digitales que vienen a pelear un puesto en el mercado entre estas dos categorías mostrando un precio menor que las profesionales y capacidades técnicas que superan por mucho a las convencionales, como el cambio de lentes o la capacidad de grabar vídeo en HD. Sacando un modelo de este estilo, Nikon se unió a Sony y a Olympus, pero ¿tendrá éxito esta nueva tecnología?
Luego del salto pegado por las cámaras digitales dispuestas en los teléfonos móviles, las cámaras digitales convencionales está retrayéndose un poco en relación a las ventas, por lo que entre estas y las cámaras fotográficas profesionales se ha abierto una brecha aún más amplia, que ahora busca ser rellenada por un nuevo modelo de cámara digital de uso masivo. Se tratan de las cámaras con tecnología Mirror-less, que pueden adaptarse a diferentes tipos de tomas a través de un sistema de lentes intercambiables.
La principal característica de estas nuevas cámaras es el sistema de lentes cambiables, lo que abrirá un nuevo horizonte para los amateurs que quieran tomar fotografías más detalladas que las que pueden tomar un móvil, pero a un coste mucho menor que el que supone tener y mantener una cámara digital profesional. El precio de las mirror-less, debido a su composición y capacidad, será más accesible para aquellos que quieren saltar la barrera que imponen los teléfonos inteligentes y llegar un poco más alto sin perder la billetera en el camino.
Quienes han comenzado esta nueva era –si es que tienen aceptación entre los consumidores- de cámaras digitales sin espejo, anuncian que el sensor óptico incorporado en estas cámaras son de la mitad del tamaño de los Cuatro Tercios, y una tercera parte del de algunas de las profesionales con APS-C. Pero la calidad seguirá siendo un estandarte, pues la mayoría de estas nuevas exponentes de la fotografía podrán tomar imágenes en altas resoluciones y grabar vídeo en HD, todo esto sin costar una fortuna y teniendo tamaños de ISO prodigiosos, funciones de contraste, auto focus de alta velocidad y muchas de las capacidades que se veían en las primeras cámaras profesionales.
Como dijimos, estas cámaras aspiran a convencer al público de medianas intenciones fotográficas, y por eso que cuestiones como la falta de controles manuales para funciones de flash y otras en diferentes modelos no será gran cosa. Pues por otra parte algunos modelos, como el de Nikon (J1 y V1), promete capturas de imágenes con movimiento en ellas (como los cinemagraphs) y la ya mencionad capacidad de resolución. Asimismo, el sensor de captura es rápido, por lo que podrá tomar hasta 20 fotografías seguidas en poco más de un segundo. Lamentablemente la diferencia entre estas mirror-less y las DSLR no es tan amplia en dinero como podríamos querer, pero si tomamos en cuenta que una de estas cuesta alrededor 550 euros, su futuro tendrá que depender menos del coste y mucho más de las funciones mencionadas, y ahí pueden surgir problemas.