Un grupo de científicos alemanes dirigido por el profesor Heinz Ulbricho del Instituto de Mecánica Aplicada de la Universidad Técnica de Munich ha puesto a punto una cámara robótica que dará que hablar. Se trata de un dispositivo que recrea los movimientos que posee el ojo humano, pero funciona a una velocidad mayor que el modelo en que se ha inspirado. Capaz de responder a diferentes estímulos, posee el potencial de convertirse en la favorita de los fabricantes de robots del futuro.
La naturaleza constituye una excelente fuente de inspiración para los diseñadores de sistemas robóticos. A pesar de que la tentación de “reinventar la rueda” cada vez que se disponen a diseñar algún dispositivo debe ser enorme, tampoco debe ser fácil dejar de lado lo que millones de años de evolución natural ha logrado. El equipo de científicos dirigido por el profesor Heinz Ulbricho del alemán Instituto de Mecánica Aplicada de la Universidad Técnica de Munich ha optado por la segunda vía, y se ha inspirado en la estructura interna del ojo humano para diseñar una cámara robótica que sorprende por sus características.
Básicamente, el dispositivo utiliza los elementos propios de la robótica –chips, actuadores, sensores- para recrear los movimientos que puede efectuar el sistema ocular humano. Sin las limitaciones que imponen los músculos o vasos sanguíneos, esta cámara puede moverse incluso mucho más rápido que su contraparte natural. Una mención especial merece el software escrito para controlar el conjunto, que ha logrado al prototipo responder a diferentes estímulos -movimientos, cambios en el nivel de luz, etcétera- de una forma muy similar a la que lo hace tu ojo. De fabricarse en serie, este dispositivo seguramente será adoptado por todos aquellos que diseñan robots -industriales u hogareños- dado que simplificaría enormemente la implementación del subsistema dedicado a la visión artificial.
