Casio, el fabricante de dispositivos electrónicos de consumo masivo japonés, tuvo una “época dorada” en la que sus calculadoras programables en BASIC eran muy buscadas por los estudiantes e ingenieros de todo el mundo. A pesar de que en la actualidad varias empresas fabrican calculadoras mucho más avanzadas que los modelos “FX” y “PB” de hace tantos años atrás, estos modelos de antaño tienen ese “sabor vintage” que tanto nos gusta.
Hay ordenadores que han marcado una época. Automóviles que se han convertido en el modelo a imitar por los demás fabricantes. Edificios que han establecido un estilo que buscan imitar otros arquitectos. En el mundo de las calculadoras programables, los modelos de Casio poseen ese toque tan especial y difícil de definir que sin dudas convierten un objeto en algo que trasciende su mera utilidad.
La calculadora Casio FX-702P, lanzada al mercado en el año 1981, fue uno de los primeros modelos programables en BASIC que la empresa puso en el mercado. Recordemos que en esa época los ordenadores domésticos o “home computers” hacían furor, y todo el mundo parecía estar aprendiendo a programar en algún dialecto de BASIC. Casio tuvo la gran idea de combinar la reconocida tecnología de sus calculadoras científicas con un interprete BASIC. El resultado fue mucho mejor de lo esperado. La Casio FX-702P, de 17 mm x 16 mm 5 x 82 mm., tiene un teclado numérico en el que también se encuentran las operaciones aritméticas comunes, y otro alfanumérico que incluye algunas teclas destinadas a la creación y edición de programas BASIC. Una de las particularidades de este primer modelo es que el teclado alfanumérico se encuentra ordenado alfabéticamente, lo que hace bastante engorroso -al menos al principio- intentar escribir algo con él.
Afortunadamente, tal como ocurría en los ordenadores Sinclair, es posible escribir las ordenes BASIC pulsando solo un par de teclas, ya que si prestas atención, puedes ver al lado de cada letra -en rojo y en azul- palabras que se invocan presionando previamente las teclas “F1” o “F2”. De todos modos, los modelos siguientes modificaron ese esquema y a pesar de que se mantuvo la posibilidad de ingresar comandos “a lo Sinclair”, las teclas tienen la habitual distribución “qwerty”.
La pantalla es del tipo LCD monocromática y está compuesta por una sola línea de 20 caracteres de longitud. Los caracteres se forman a partir de una matriz de 7×5 puntos, y son muy legibles. El usuario puede escribir hasta 10 programas (P0 a P9) y 226 variables, siempre y cuando entrasen en los 1680 bytes de RAM disponibles, casi el doble que el ordenador más vendido de esa época: el ZX81. Las instrucciones BASIC incorporan, como es de esperar, toda una serie de funciones científicas avanzadas, como funciones hiperbólicas, estadísticas de dos variables, desviación y regresión lineal, etc. Este es un ejemplo de un programa en “Casio BASIC” para la Casio FX-702P:
10 INP “X”,X
20 G=1
30 S=SGN X
40 Z=ABS X
50 IF Z>9 THEN 90
60 G=G*Z
70 Z=Z+1
80 GOTO 50
90 G=LN (Z*SQR (Z*HSN (1/Z)+1/810/Z^6))*Z-Z+LN (2*/Z)/2-LN G
100 IF S>0 THEN 120
110 G=LN (-PI/X/SIN (PI*X))-G
120 PRT G,EXP G
Al igual que los modelos que la sucedieron, la FX-702P tiene la posibilidad de conectarse a un interfaz adaptador FA-2 para grabar los programas en cintas de casete o imprimir resultados o programas a través de una pequeña impresora. Sus tres baterías de litio tipo CR-2032 proporcionan unas 240 horas de uso.
El paso lógico siguiente fue, cómo no, ir agregando memoria y funciones a esta serie de calculadoras. Casio comenzó a llamarlas “Personal Computer” con la aparición de la serie “PB” más o menos en 1982, aunque técnicamente no diferían demasiado de los modelos “FX”. El modelo más pequeño de la serie, el PB-100, era en realidad algo más limitado que la “vieja” FX-702P. Disponía de 1 KB de RAM, aunque solo 544 Bytes podían destinarse a los programas en BASIC. Una ranura de ampliación permitía elevar esta cifra al doble, y la pantalla solo mostraba 12 caracteres en monocromo. Puede resultar extraño que esta máquina tenga menos capacidad que su antecesora, pero había poderosas razones para ello: bajar el precio del producto. En efecto, construir una PB-100 costaba mucho menos que fabricar una FX-702P, lo que permitió a Casio ampliar el número de potenciales clientes.
Los que querían más poder podían comprar, por ejemplo, la PB-700. Puesta a la venta en 1983, fue la primer máquina de este tipo en incorporar un pantalla gráfica capaz de mostrar 4 lineas de 20 caracteres o 160 x 32 píxeles en modo gráfico. Se alimentaba con 4 pilas AA, medía unos respetables 200 mm x 88 mm x 23 mm y su peso era de 315 gramos. Disponía de 4KB de RAM, de los cuales 2,7KB podían ser utilizados por el usuario para escribir sus programas en BASIC. Una tapa en la parte posterior mantenía ocultos tres slots de expansión de memoria, cada uno capaz de proporcionar 4KB de RAM adicionales. Si se completaban los tres, la memoria total de la PB-700 alzaba el máximo posible: 16KB.
En el momento que salio a la venta, costaba casi 600 euros. Diez veces más que la PB-100, aunque sus prestaciones valían la pena. Casio puso a la venta muchos modelos mas de esta serie, como el PB-1000, con “tapa” o la PB-2000, un verdadero monstruo de 32KB de RAM y programable en C. Pero estos primeros modelos marcaron una época, y nada puede cambiar eso.