En las últimas décadas hemos visto una amplia variedad de calculadoras con diseños sobrios, eficientes, novedosos, y/o directamente locos. Los beneficios de la miniaturización nos han permitido transformar a las calculadoras en simples obsequios (como es el caso de la calculadora-diskette), pero también dio lugar a híbridos un poco más prácticos. Uno de esos híbridos fue Calcu-pen, una calculadora que salió a la venta en el año 1975, y era tan compacta como un bolígrafo.
Recuerdo muy bien que un día, en plena escuela primaria, las calculadoras integradas a reglas y estuches de lápices surgieron de la nada. Explotaron casi del mismo modo que el yo-yo o el tiki-taka, y todo el mundo debía tener una. Por supuesto, el furor por esas calculadoras desapareció igual de rápido, pero evidentemente había algo especial en ellas.
De más está decirlo, las calculadoras en reglas preceden a mi viejo recuerdo escolar, y son el producto de grandes mejoras en los métodos de fabricación y miniaturización. Hoy, la idea de llevar una calculadora compacta en el bolsillo parece obsoleta frente a las soluciones vía software que ofrecen los smartphones y la propia Web, ¿pero y si esa calculadora fuera algo más? Un bolígrafo, digamos.
Eso nos deja frente a la Calcu-pen, una curiosa calculadora que se remonta al año 1975. De acuerdo con la información disponible, las Calcu-pen eran fabricadas en Japón, y salieron al mercado con un precio original de 79.95 dólares, pero en menos de dos años recibieron dos descuentos encadenados del 50 por ciento, primero a 39.95 dólares, y después a 19.95.
La interfaz de la Calcu-pen presenta un panel LED de ocho dígitos rojos, y cinco teclas direccionales para acceder a todos los símbolos. La Calcu-pen mide 160 milímetros de largo y posee un diámetro de 15 milímetros, o sea que es posible trabajar con ella, pero no ofrece la mejor experiencia. El tamaño está asociado al tipo de batería que utiliza: Una celda tipo N, también conocida como LR1 alcalina, o E90 (designación de Energizer).
A principios de los años ’80 apareció otra variante de la Calcu-pen, esta vez bajo el ala de la compañía Satolex. Su diseño incluye un interruptor físico de encendido, 19 botones, y un panel LCD en reemplazo del clásico LED rojo. Existen reportes conflictivos en relación al fabricante original de la Calcu-pen. Algunos creen que fue la misma compañía Satolex, pero no hay nada definitivo. El primer modelo es bastante difícil de obtener en estos días, mientras que la edición LCD suele desfilar por eBay con un precio promedio de 30 dólares.