Por fin una buena noticia relacionada con la ecología. En España se ha conseguido reducir un 8 % el nivel de emisiones de CO2 a la atmósfera. No es que se trate de una cifra que nos va a salvar de la quema, pero al menos es un comienzo. De todos modos, algunos piensan que no se debe a las políticas ambientales sino a la crisis galopante que padecemos. En todo caso, la reducción es real.
Todos los días se levanta uno con una mala noticia sobre ecología. Que desaparecen especies cada segundo, que talan bosques cada vez más escasos, que la capa de ozono se está dañando, que el cambio climático va a convertir el planeta en un infierno, etc. Las buenas noticias llegan con cuentagotas pero en cuanto lo hacen, allí está Neoteo para contarlas. En este caso hablamos de significativa reducción del 8 % en las emisiones de CO2 en España. Lo dice la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, y asegura que esta estimación supone que las emisiones estarían un 42 % por encima de las de 1990 (año de referencia para el Protocolo de Kioto), frente al 52 % del año 2007, aunque en 2012 España no deberá superar el 15 %. La secretaria de Estado ha subrayado que de confirmarse las estimaciones del 8 % sería "la caída más importante" de las emisiones registrada en España. Ribera ha hecho públicos los datos verificados de las emisiones del sector de generación eléctrica e industrial (que representan casi el 50 % del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero), que han bajado un 12,4 % respecto a 2007, una reducción que ha calificado de "significativa". El sector eléctrico, responsable de más del 50 % de las emisiones de los sectores afectados, ha registrado una disminución del 16,1 % respecto a 2007. Ribera ha calificado el dato de "extraordinariamente estimulante", ya que este sector ha sido capaz de reducir sus emisiones a pesar de haber aumentado su producción en un 1,1 %, y ha asegurado que tendrá un impacto importante en el total del inventario nacional. En los sectores industriales, la disminución de las emisiones el pasado año alcanza el 10,2 % y en el sector del transporte, las estimaciones apuntan a una reducción del 5 %, así como las imputables a los fertilizantes utilizados en la agricultura, de esta manera se prevé "una reducción significativa", según Ribera.
¿Por qué se ha reducido la emisión de CO2? Aquí es donde aparecen las divergencias. Para Ribera esta buena noticia se debe al éxito de la gestión en temas medioambientales y a las medidas adoptadas por el gobierno para paliar los efectos del cambio climático. Sin embargo, grupos ecologistas achacan esta reducción a la crisis y no a la intervención del gobierno en materia medioambiental. No obstante, las entidades calificaron el volumen de la reducción como un dato "importante" y como una noticia "positiva", aunque señalaron, como lo hizo el portavoz del área de Cambio Climático de Ecologistas en Acción, Pablo Cotarelo, que las reducciones están ligadas "a una situación coyuntural" de crisis económica y que las cifras no están acompañadas por "cambios estructurales" en las políticas contra el calentamiento climático. Explicaron que la reducción en cada sector diferenciado se ha debido a causas diferentes pero nunca relacionadas con la gestión de políticas ambientales correctas. El experto en energía y cambio climático de WWF, Heikki Willstedt, aclaró que en el sector industrial lo que influyó en la disminución de CO2 fue la "reducción de la producción", sobre todo en el área de la construcción, lo cual también repercutió en el transporte de dichos recursos. La bajada de CO2 se ha producido “gracias” al estallido de la burbuja inmobiliaria, nada más. En el sector eléctrico sí consideran que el descenso ha sido provocado por la aparición de energías alternativas menos contaminantes como la eólica o la solar aunque se alerta también de la posibilidad de que el consumo eléctrico haya caído por la misma crisis y eso reduzca significativamente las emisiones por parte del sector eléctrico.
En definitiva, el mundo “verde” se muestra contento con esta reducción pero lo ven sólo como un efecto de la crisis económica, no del resultado de una implementación de buenas políticas ambientales. Posiblemente, estén en lo cierto.
