El Abierto de Polo de Palermo es sin lugar a dudas el torneo más prestigioso de su tipo. Los mejores jugadores del planeta se reúnen no sólo para demostrar sus habilidades en el césped, sino también para exponer las virtudes de sus caballos. Uno de ellos es Show Me, el primer caballo clonado que participó en ese campeonato.
El sábado pasado se jugó el encuentro final del Campeonato Argentino Abierto de Polo en la ciudad de Palermo (Buenos Aires) entre “La Dolfina”, favorito absoluto (ganó seis de los últimos nueve torneos, incluyendo este) y “Alegría”. Cuando el partido se encontraba 11-9 en favor de La Dolfina, Adolfo Cambiaso, número uno en el ranking mundial, cambió de caballo y se subió a la yegua Show Me. Esto no es para nada extraño en un encuentro de polo, pero Show Me tiene una condición muy especial: Se trata de un clon, y demostró un formidable rendimiento al ayudar a Cambiaso a convertir dos goles y quedarse una vez más con el primer lugar, bajo un marcador final de 16-11. Show Me es una réplica genética de la pura sangre llamada Sage, declarada como “mejor pony de polo” en la Copa de Oro Internacional del año 1997. Show Me ya había sido expuesta a competencias antes (participando de la temporada en Palm Beach, y en el campeonato de Hurlingham), pero es la primera vez que enfrenta las exigencias del histórico torneo argentino.
A pesar de que el rendimiento de un caballo clonado no está garantizado de ningún modo (a decir verdad, las réplicas no son exactas, y en el mejor de los casos tienen el 98 por ciento del perfil genético) son cada vez más los que apuestan a esta técnica, aún cuando el costo base supera diez veces a comprar el esperma de un semental campeón. Alan Meeker, socio de Cambiaso y fundador de Crestview Genetics, utiliza como analogía a NASCAR: Si todos los jugadores cuentan con el mejor “vehículo”, la propia habilidad del jugador será lo que marque la diferencia en el césped. De más está decirlo, los clones también han demostrado ser una extraordinaria fuente de ingresos. Un clon de otra yegua de Cambiaso, Cuartetera, fue vendida en 2010 por la suma de 800 mil dólares, la más cara de la historia. La clonación establece un antes y un después en el mundo del polo, pero su alcance va mucho más allá. En junio del año pasado, la Federación Ecuestre Internacional retiró la prohibición sobre caballos clonados, por lo tanto, tendremos la posibilidad de observar algunos ejemplares en los próximos Juegos Olímpicos de 2016.